J. R. Smith: el hombre de las 1.001 sanciones en la NBA

J. R. Smith es una máquina de anotar, un jugador veloz con instinto asesino cuando está en la cancha. El escolta es capaz de ganar él sólo un partido, de dominar encuentro con su estilo de juego cercano al caos... pero siempre y cuando no se le crucen los cables (algo bastante habitual, por otra parte), si no realiza una de esas tonterías que sacan de quicio a sus entrenadores y aficionados, pero que gustan tanto a unos aficionados que desde la retirada de Rodman no han encontrado a un individuo que pueda ocupar sus corazones rebeldes.

Su última incorrección se produjo contra los Washington Wizards. En una jugada sin trascendencia, golpeó a Glen Rice Jr. en la ingle y la NBA actuó en consecuencia: un partido de sanción. Otro más para un jugador que lleva acumulado, desde que aterrizó en Nueva York, 105.000 dólares en multas y eso sin contar el dinero que ha perdido de sueldo por cada encuentro de castigo que ha sufrido.

Desde que se unió a los Knicks en 2011 como agente libre, Smith ha sido sancionado por la NBA en seis ocasiones:

2012: 25.000 dólares por publicar una foto inapropiada de una mujer a través de su cuenta de Twitter.

2013: suspendido cinco partidos por violar la política antidroga fuera de la temporada.

2013: 25.000 dólares por mensajes a través de Twitter considerados hostiles contra Brandon Jennings. El base de los Pistons puso en duda las credenciales del hermano del mejor sexto hombre de la temporada 2012-13, Chris, para jugar en los Knicks.

2013: 50.000 dólares por intentar desatar los cordones de jugadores rivales en dos partidos distintos.

2013: un encuentro de castigo por darle un codazo en la cabeza a Jason Terry durante el duelo de playoffs entre Knicks y Celtics.

2013: 5.000 por hacer flopping en el primer partido de playoffs contra Indiana.