CHICAGO BULLS
Chicago se rinde a Pau Gasol
Su técnico, Thibodeau, y su compañero en la pintura, Joakim Noah, sólo tienen palabras de elogio para el internacional español, que ha llegado esta temporada a los Bulls.
Pau Gasol gusta mucho en Chicago. Mires donde mires, técnicos, compañeros y aficionados se muestran orgullosos y felices de que el internacional español decidiera abandonar Los Ángeles para recalar en la franquicia de Illinois. Un fichaje que para todos es esencial para dar el salto definitivo de calidad en el equipo. Su unión con Noah en la pintura, más la vuelta de Rose a las canchas tras su casi dos años en el dique seco, han elevado el optimismo en los Bulls.
"Se podría decir que él (Pau) es el tipo de persona que se compromete, es especial", dijo Thibodeau, su nuevo entrenador. Thibs, ayudante de Doc Rivers durante las dos Finales que Celtics y Lakers disputaron en 2008 (para los de Boston) y 2010 (para los angelinos) reconoce que se enamoró del juego inteligente del ala-pívot allí: "Es muy bueno y juega para ganar. Es por eso por lo que Pau es una buena opción para nosotros".
Pero no es el único que tiene palabras de elogio para Gasol. Su nuevo compañero, Joakim Noah, comparte lo subrayado por su técnico: "Es un gran jugador, muy constante y estable. Viene con una actitud muy positiva todos los días. Es un gran compañero de equipo".
La llegada de Gasol es muy positiva para el francés, nombrado mejor defensor la temporada pasada. Ahora, podrá dejar de multiplicarse tanto en ataque como defensa y podrá ser agresivo como le gusta, sin tener la sensación de que deja grandes huecos a su espalda. Ha conseguido su pareja perfecta. "Es genial tener otro protector para la canasta. Creo que va a hacer que seamos mucho mejor defensivamente", comenta Noah.
La llegada de Gasol es beneficiosa en ambos sentidos. El español podrá ahora estar mucho más cerca del aro: poste bajo en ataque y protección de la canasta. No tendrá que perseguir con la lengua fuera a cuatros abiertos como en su última etapa en los Lakers de Mike D'Antoni. Y el motivo es simple: el rigor defensivo de Thibodeau se basa en la conexión colectiva.
Todos los defensores que pone el entrenador en pista sólo tienen el objetivo de moverse al unísono, con disciplina y no perseguir el balón sin sentido. Lo único que hay que hacer es respetar el orden y la coordinación establecidas y trabajadas. Además, si a eso añades dos hombres que desconocen el cansancio como Noah y Butler, todo es mucho más fácil.
Y no son sólo palabras. Las estadísticas corroboran la gran defensa de los Bulls desde la llegada de Thibodeau en la temporada 2010-11. En sus cuatro temporadas al frente, los Bulls siempre han estado entre las cinco franquicias que menos puntos reciben cada 100 posesiones: 97,7 (primer puesto, 2010-11), 95,7 (primeros, 2011-21), 100,1 (cuartos, 2012-13) y 96,9 (segundos, 2013-14).