MVP de la Final de 2004
Billups: "Ricky puede mejorar su tiro, pero eso lleva tiempo"
Tras su retirada, repasa su carrera y anima al jugador español. "Se puede mejorar el tiro entrenando, pero hay que ser enseñado por las personas adecuadas".
¿Fue muy emocionante para usted volver a jugar en Denver en 2008?
Fue impresionante. Un tiempo maravilloso. Después de crecer en la ciudad y ser un fan de los Nuggets toda mi vida. Fue bueno poder volver a tiempo, porque yo todavía estaba en mi mejor momento y tuve la oportunidad de tener realmente un efecto enorme en la pista y también en la comunidad. En la cancha fue genial, con grandes jugadores como Carmelo Anthony. Tener la oportunidad de jugar para el entrenador George Karl fue un placer. Fue una de mis temporadas más memorables.
¿En su última campaña, cómo llevó el hecho de ser un veterano con mucha experiencia en un equipo joven como los Pistons?
Fue un reto para mí. Era la primera vez que estaba en una situación en la que las expectativas del equipo no eran muy, muy altas. Sentí que podría haber tenido un impacto en el equipo si hubiera estado lo suficientemente sano como para jugar, pero es difícil tener un efecto sin ser capaz de estar en la pista y mostrar a los compañeros cómo hacer las cosas. Así es como yo siempre lo he hecho. No hablo, me expreso con el ejemplo. De todas formas, fue bueno estar de vuelta en una ciudad que llamo mi segundo hogar.
A priori, nadie dio opciones de llegar a la final de la NBA a aquellos Pistons de 2004 en los que usted jugó. Luego se demostró que todos estaban equivocados. ¿Se asemeja esto a su propia carrera?
Sí, creo que sí. Ese equipo era realmente un grupo robusto de chicos que se preocupaba por los demás. Muy, muy desinteresado. Mucha gente no sabe esto, pero a principios de la temporada no empezamos bien. No recuerdo por qué, pero era algo de locos. Simplemente íbamos hacia adelante, pero no de forma excelente. Luego empezamos a recuperar la estima y empezamos y a confiar en lo que el entrenador Brown nos decía. Tuvimos suerte… y a Rasheed Wallace, eso nos llevó a otro nivel.
Jugó con mucha gente diferente en muchos vestuarios. ¿Tiene sus preferidos y si es así, qué los hace tan especiales?
Mis años en Detroit fueron definitivamente los mejores años en cuanto a equipos y vestuarios. Esos años, junto con otros dos en particular, la vuelta a Denver jugando las finales de la Conferencia Oeste, y también mi primer año con los Clippers, en el que disfruté mucho con gente joven de ideas afines. En cuanto a compañeros de equipo, Kevin Garnett fue uno de los mejores. Chris Paul, Ben Wallace... Yo diría que esos son los tres mejores jugadores con los que he jugado.
¿Se arrepiente de algo de su carrera?
Gracias a Dios no me arrepiento en absoluto de nada de mi carrera. Sólo recuerdo que al principio me hubiera gustado no ser traspasado tantas veces, pero a medida que creces te haces más sabio y te das cuenta de que es parte del proceso. Todo lo que pasó tenía que suceder, lesiones, roles en los equipos, lo que fuera. Todo eso me hizo el jugador y la persona que soy.
¿Cómo base, quién cree que habría sido su escolta ideal?
Creo que eso ya sucedió: Rip Hamilton. Un tipo como Rip, constantemente en movimiento, con mucha energía. Yo no será así, por lo que necesitaba a alguien que fuera el polo opuesto a mí. Hamilton, lo era: movimiento constante todo el partido, corriendo muy, muy rápido, saliendo de los bloqueos, un jugador inteligente, muy inteligente, un defensor duro... Tuve la suerte de jugar con un hombre que me hizo mejor, y yo hice lo mismo por él.
¿Piensa en ser entrenador algún día?
Nunca digas nunca jamás, pero por el momento no tengo ninguna aspiración de entrenar. En un futuro próximo me interesan dos cosas, la televisión y la radio; y tal vez algo de trabajo en las oficinas de algún equipo. Pero puedo hacer esas cosas y darme cuenta de que no me llenan lo suficiente y, a continuación, decidir ser entrenador.
¿Si decidiera entrenar, en qué equipo le gustaría hacerlo?
No lo sé. Esa decisión la veo lejos, pero no tengo un equipo en particular al que me gustaría entrenar.
¿Para usted quién es el mejor jugador actual de la NBA?
Creo que LeBron James es el mejor jugador de la Liga. Y lo creo porque es el único cuyo juego es completo. Él juega en ambos lados de la cancha. Es muy cerebral y su cuerpo es sabio. Nunca he visto nada igual en el juego atléticamente. Él aúna el trabajo el trabajo duro y la intensidad con su voluntad de ganar. Creo que es el mejor jugador de baloncesto que hay.
¿De qué momento de su carrera en la NBA está más orgulloso?
Eso es fácil. Estoy muy orgulloso de haber sido parte de un equipo campeón, y siendo uno de sus líderes. Después de haber pasado por lo que pasé para llegar a ese punto fue extremadamente dulce para mí. Esa es mi momento de mayor orgullo.
Hay una gran cantidad de jóvenes bases emergiendo en la Liga. ¿Quién es el mejor en su posición?
Espero que Derrick Rose regrese sano. Si está sano, es el mejor en mi opinión. Aparte de él, Chris Paul en estos momentos es el mejor base de la Liga. Tony Parker es un tipo que también ha demostrado su categoría una y otra vez, y Kyrie Irving es el que está emergiendo ahora, el tipo que ha de dar el salto. Es la posición más profunda y mejor cubierta en el baloncesto actual.
Ricky Rubio ha sido criticado por su tiro. ¿Piensa usted, como el gran tirador que fue, que es algo que él puede mejorar con entrenamiento?
Sí, pero hay que ser entrenado por las personas adecuadas. Todo depende de los fundamentos. Cuando uno consigue tener los adecuados, todo es cuestión de tacto y repetición. Él puede mejorar, pero eso lleva tiempo. Se necesita tiempo.
¿Cómo superó los tiempos difíciles durante su carrera?
Nunca dejé de creer en lo que podía llegar a ser, incluso cuando los poderes fácticos, los entrenadores y general managers, no lo creyeron. Sólo seguí trabajando. En lugar de culpar a los demás me culpaba a mí y me decía que no estaba listo y que era hora de volver al gimnasio para seguir trabajando. Ver vídeos de los otros equipos, observar y estudiar a otros jugadores… En consecuencia, lo que pasaba es que cada vez me hacía mejor y los entrenadores empezaban a confiar y creer en mí. Tuve la suerte de conseguir una oportunidad en Detroit y nunca más mirar atrás.