Jason Williams, los nazis y las técnicas de Phil Jackson

Once anillos. Seis con los Chicago Bulls de Michael Jordan (91-93 y 96-98 ) y cinco con los Lakers de Shaquille O'Neal y Kobe, primero (2000-2002); y Bryant y Pau Gasol después (2009-2010). Ser el entrenador con más campeonatos de la historia de la NBA te permite dejar el banquillo de la franquicia más mediática del mundo (Lakers, 2011) para 'pasar' de la liga durante más de dos años y vivir entre tu rancho de Montana y las playas de California. Entonces, cuando decides levantar el teléfono para volver no lo haces para sentarte de nuevo en el banquillo, sino para presidir los New York Knicks.

Y es que la trayectoria de Jackson como entrenador se resume en más de dos décadas entre Chicago y Los Ángeles llevando siempre al equipo a Playoffs y siendo eliminado en primera ronda sólo en dos ocasiones. Entrenar a Jordan, Shaquille o Kobe ayuda, eso sí.

Jackson siempre fue un técnico 'espiritual', influenciado por la filosofía oriental, de ahí lo de 'Maestro Zen'. Le gustaba entrar en la cabeza de sus jugadores y jugar psicológicamente con su rival. Ahí encontramos una de las anécdotas más curiosas (y polémicas) del Jackson entrenador. Corre el año 2000 y los Lakers, en la primera temporada de Phil como entrenador, se enfrentaban a los Sacramento Kings de Jason Williams, Peja Stojakovic, Chris Webber y Rick Adelman en la primera ronda de los Playoffs.

En una de las sesiones previas a uno de los encuentros Jackson utilizaría imágenes de Jason Williams, ya con el pelo rapado y con varios tatuajes, mezcladas con instantáneas de Edward Norton en American History X. Norton da vida a un líder de un grupo de ideología extrema-derecha, tiene la cabeza rapada y tatuajes de simbología nazi por todo el cuerpo. Jackson, además, también usaría imáganes de Rick Adelman y su clásico bigote y las compararía con Adolf Hitler.

Tras salir a la luz estos métodos Adelman cargó duramente contra Jackson, acusándole de haber "cruzado la línea". Al final, los Lakers ganaron la serie en el quinto encuentro (3-2) y ganaron aquel campeonato, que sería el primero de los tres que conseguirían ganar de forma consecutiva.