Wiggins bendice su traspaso a los Wolves de Ricky Rubio

La llegada de LeBron James a Cleveland ha cambiado muchas cosas en la NBA. El centro del poder en el Este se ha trasladado de Miami a la ciudad de Ohio y los movimientos en el mercado, en mayor o menor medida, se han visto condicionados por su decisión de volver a casa, por ejemplo. Pero también ha cambiado la concepción del baloncesto, de su trayectoria a Andrew Wiggins.

El número uno del último draft de la NBA ha visto que la sombra alargada del alero de Akron puede no ser lo suficientemente buena para labrarse un nombre, un futuro en la Liga. A pesar de la posibilidad de alcanzar la gloria en sus primeros años en la NBA, el exjugador de Kansas parece preferir labrarse una carrera lejos de los grandes focos que siempre persiguen a LeBron... o eso es al menos lo que dice el técnico de la Universidad de Kansas, Bill Self, equipo donde Wiggins disputó su única temporada en la NCAA.

"Cuando todo el tema de su traspaso empezó, hablé con él y me dijo que esperaba ser traspasado. Al principio no le creí, pero me hizo ver que quiere estar en un sitio donde sea importante desde el primer momento y no en uno en el que su protagonismo vaya a ser a largo plazo", señaló el entrenador de los Kansas Jayhawks, que durante el Campamento de Baloncesto en los suburbios de Kansas City, coincidió con Wiggins. El alero ejerció de instructor invitado y no hizo ninguna declaración a los periodistas allí congregados.

Y su deseo parece que se cumplirá pronto, más concretamente el 23 de agosto, cuando el propio alero ya pueda ser objeto de cualquier tipo de traspaso, una vez transcurridos 30 días desde que firmó su contrato como profesional. Wiggins estaría involucrado en la operación que llevaría a Kevin Love a los Cavaliers y a él (y posiblemente a Anthony Bennett, según las últimas informaciones) a los Minnesota Timberwolves. En los Wolves, Wiggins tendrá la oportunidad de ser líder de un equipo en reconstrucción y huérfano de líder si Love se va al equipo que entrena Blatt. Además, aumentará su capacidad ofensiva junto a un base como Ricky Rubio, muy aficionado a permitir que el resto de sus compañeros reciban en las mejores condiciones para anotar.

"A todo el mundo le encantaría tener la oportunidad de jugar junto a James, porque prácticamente es una garantía de ganar. Pero mirando más a largo plazo en su carrera, lo cierto es que para desarrollar toda su mentalidad, para llegar a ser importante, lo mejor para Wiggins es ir a Minnesota", continúo Self.