Los Lakers ya habrían llegado a un acuerdo con el técnico Byron Scott para los cuatro próximos años y un total de 17 millones de dólares, según información de la periodista Ramona Shelburne, de ESPN. Se espera que en las próximas horas la franquicia angelina haga oficial una noticia que sus aficionados y la NBA llevan esperando mucho tiempo, no en vano se trata del último banquillo vacante de la liga.

Un banquillo caliente, porque los Lakers vienen de firmar una pésima temporada a la que no ha seguida una reconstrucción al estilo de lo que los seguidores esperaban. La tarea de Scott será que los Lakers estén en playoffs, o al menos en la pelea, y que Kobe Bryant tenga un buen regreso y los prometedores rookies, Julius Randle y Jordan Clarkson, un buen inicio en la NBA.

Scott dejó en abril de 2013 el banquillo de Cleveland Cavaliers, donde le tocó lidiar con la casi traumática era post LeBron. Antes, había dirigido a Nets y Hornets. Con los de Nueva Orleans fue en 2008 Entrenador del Año y con los de New Jersey jugó dos finales, una precisamente ante los Lakers y la otra ante los Spurs. Perdió las dos.

Su gran baza es su pedigrí, ya que jugó en los Lakers once temporadas, diez de ellas seguidas entre 1983 y 1993. Ganó tres anillos como pieza importante del equipo del showtime junto a Magic, Worthy y Kareem, y volvió después a la franquicia antes de retirarse y para coincidir con el año de rookie de Kobe Bryant. Desde entonces tiene una gran relación personal con Kobe, sin duda otra baza que habrá jugado a su favor para acercarle al banquillo de unos Lakers que sueñan con tiempos mejores pero que no parecen tenerlos muy cerca. Al menos tendrán por fin nuevo entrenador.

También se ha sabido, además, que el otro gran aspirante al puesto era uno que no había sonado demasiado en los rumores relacionados con la franquicia californiana: George Karl.