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FINALES HISTÓRICAS | 1987

Magic reinó en la última final Lakers-Celtics del siglo XX

Johnson llevó a los Lakers hasta su décimo anillo liderándolos en puntos, rebotes, asistencias y robos ante un Bird que acabó rindiéndose a su eterno enemigo.

Larry Bird y Magic Johnson, eternos rivales.
Larry Bird y Magic Johnson, eternos rivales.

Lakers-Celtics, el gran clásico de la NBA entre los dos equipos más laureados de la historia de la mejor Liga de baloncesto del mundo. Hace cuatro años pudimos disfrutarlo por última vez en unas Finales (4-3 para los angelinos), dos después de un reencuentro que se había hecho esperar más de dos décadas (4-2 para los de Boston), las que pasaron tras el último duelo por el anillo en el siglo XX entre estas franquicias legendarias.

Lakers 4 - Celtics 2

Lakers 126 - Celtics 113 Lakers 141 - Celtics 122 Celtics 109 - Lakers 103 Celtics 106 - Lakers 107 Celtics 123 - Lakers 108 Lakers 106 - Celtics 93

Plantilla Lakers

Titulares: Magic Johnson Byron Scott James Worthy A.C. Green Kareem Abdul-Jabbar Banquillo: Michael Cooper Mychal Thompson Kurt Rambis Adrian Branch Wes Matthews Mike Smrek Entrenador: Pay Riley

Plantilla Celtics

Titulares: Dennis Jonhson Danny Ainge Larry Bird Kevin McHale Robert Parish Banquillo: Jerry Sichting Sam Vincent Greg Kite Darren Daye Fred Roberts Bill Walton Conner Henry Entrenador: K. C. Jones

Fue en 1987. Rivales acérrimos, ambos llegaron con los mejores balances de sus respectivas conferencias (65-17 los Lakers y 59-23 los Celtics). Y en temporada regular, dos victorias para los angelinos (110-117 y 106-103). El equipo de Massachussets defendía el título conquistado el año anterior ante los Rockets y los Lakers, querían recuperar el trono que alcanzaron en 1985, precisamente ante los Celtics. Fueron las Finales de Magic Johnson, líder de su equipo en puntos (26,2), rebotes (8,0), asistencias (13,0) y robos (2,3), casi un triple-doble de media ante un Larry Bird también imperial (24,2, 10,0, 5,5 y 1,2), pero que terminó rindiéndose a la clase de su archienemigo: "Magic es un gran, gran jugador de baloncesto. El mejor que he visto", dijo el alero. Al margen del papel también estelar de los titulares Kareem Abdul-Jabbar, James Worthy y Byron Scott en los Lakers, y de Dennis Johnson, Kevin McHale y Robert Parish en los Celtics, el factor que inclinó definitivamente la balanza a favor de los californianos fue su banquillo, muy superior. Michael Cooper y Mychal Thompson, padre del escolta de los Warriors Klay Thompson, jugaron muchos minutos y fueron importantes, frente a la muy secundaria nómina de suplentes célticos, con un Bill Walton crepuscular que apenas tuvo trascendencia en el juego.

Ya con el sistema 2-3-2, la serie se inició en el mítico Forum de Los Ángeles con dos victorias locales relativamente cómodas. En el primer partido, el 2 de junio del 87, Worthy se aprovechó de los magníficos pases de Magic (13 asistencias) para anotar parte de sus 33 puntos. Y ante el dominio de Abdul-Jabbar bajo tableros y la anotación del propio Johnson (29 tantos), Bird (32), con poca ayuda, no pudo evitar la derrota. Dos días después, Magic, bien defendido por Danny Ainge, buscó otras opciones con 20 pases de canasta, muchos de ellos para un gran Michael Cooper, que convirtió seis triples de siete intentos (récord en ese momento en playoffs). Scott también vio aro con facilidad para el 2-0 de los Lakers.

Y tras acortar distancias los Celtics en el tercer duelo, gracias a un Bird fantástico y a la buena actuación reboteadora (9) y defensiva de Greg Kite (jugó más por los problemas de faltas de Parish), llegó el partido clave de la eliminatoria, el cuarto. Los locales salieron crecidos en el Boston Garden y llegaron a tener 16 puntos de ventaja en el tercer cuarto, con muy buenos números del cinco titular, sobre todo de Kevin McHale. Pero los Lakers nunca se rindieron y a falta de 5:30 para el final igualaron el marcador (95-95) con un skyhook de Abdul-Jabbar. Y aún supieron levantarse del 8-0 posterior. Con un triple de Copper se pusieron a tres (103-100). Los Celtics cometieron varios errores y llegaron tres jugadas para la historia: el mate en alley-oop de Kareem a pase de Magic para el 103-104; el triple de Bird para el 106-104; y el histórico gancho del base angelino que decidió el partido (106-107) tras un tiro libre de Kareem y pérdida local en el rebote del otro a siete segundos del final. McHale aún se lamentará de no haber podido alcanzar al mago de Michigan, quien botó hasta la zona a través del pasillo abierto por Cooper, que arrastró a Ainge hasta la línea de tres puntos, para lanzar un majestuoso gancho, apenas metro y medio por delante del tiro libre, por encima de los desesperados dedos de McHale y Parish. Quedaban sólo dos segundos y Bird tuvo un último lanzamiento incomprensiblemente libre de marca, pero no entró.

Fue un duro golpe para Boston, que al menos evitó que su enemigo celebrara el título en el Garden. El champán, que ya habían puesto a enfriar los de Pat Riley, tuvo que esperar tras un duelo dominado por Dennis Johnson, pese al casi triple-doble de Magic (29 puntos, 8 rebotes y 12 asistencias). La fiesta púrpura y oro se celebró en el sexto encuentro, en la vuelta al Forum. Partidazo de Abdul-Jabbar (32 puntos), con la cabeza afeitada, y de un Magic que fue de más a menos. Los Lakers fueron perdiendo hasta entrado ya el tercer cuarto, pero remontaron tras un contraataque acabado en mate del genial playmaker, MVP de las Finales. Thompson fue importante desde el banquillo y el anillo fue a parar a los manos de los angelinos.

Fue el comienzo de una larga travesía por el desierto de los Celtics, que no volverían a las Finales hasta 2008, mientras que sus eternos enemigos, aun con altibajos, conquistaron antes de ese año otros cuatro títulos y estuvieron en tres Finales más. Ahora parece complicado que el gran clásico de la NBA renazca a corto plazo.