Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

PERFIL FINALISTAS | MIAMI HEAT

Miami y LeBron James, a las puertas de la grandeza

El conjunto de Spoelstra ha realizado unos playoffs brutales para colarse por cuarto año consecutivo en las Finales y la estrella de los Heat quiere su tercer anillo.

LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh posan con el trofeo de campeones 2013.
REUTERS

Balance Temporada Regular: 54-28

PLAYOFFS:

Primera Ronda: 4-0 a Charlotte Bobcats

Segunda Ronda: 4-1 a Brooklyn Nets 

Final de la Conferencia Oeste: 4-2 a Indiana Pacers

Quinteto InicialMario Chalmers, Dwyane Wade, LeBron James, Shane Battier y Chris Bosh.

Líderes en playoffs:

Puntos: LeBron James (27,1)

Rebotes: LeBron James (6,8)

Asistencias: LeBron James (5,0)

Tapones: Chris Bosh (1,2)

Robos: LeBron James (1,8)

Porcentaje de tiro: LeBron James (56,2 %)

Porcentaje en tiros libres: Ray Allen (93,3 %)

El eterno-retorno. La concepción filosófica e histórica que señala que el tiempo, que los sucesos acaecidos se vuelven a repetir una y otra vez pues el mundo, su movimiento es circular y nunca lineal. Esta es la definición, la forma de vida, temporada tras temporada, del mundo de los Miami Heat. Si echamos la mirada atrás, exactamente 365 días, la situación de los hombres de Erick Spoelstra es la misma, las Finales de la NBA, y el objetivo también, el título, el trofeo Larry O'Brien y la lucha por crear una dinastía que supere el tiempo.

Pero el asunto no acaba ahí, pues si nuestros ojos van un poco más allá, 730, 1095 o, incluso, 1460 días, es decir, dos, tres o cuatro años atrás, la situación es la misma: Miami está en su lugar, la zona que debe reinar al tener al mejor jugador de la Liga, al más determinante de esta época: LeBron James. Pues el mejor debe reinar donde hombres como Jordan, Bird, Magic, Russell... lo hicieron antes que él.

Y su reinado parece no tener fin y sus palabras, las pronunciadas durante su presentación en el verano de 2010 en la calurosa South Beach, en las que señalaba, entre las risas de sus ahora escuderos Wade y Bosh, de que había llegado allí para ganar no uno, ni dos, sino tres, cuatro, cinco... anillos ya no parecen los comentarios de un jugador engreído, devorado por su propio ego y su imagen. Ahora es simplemente LeBron. Un jugador total que se ha paseado esta temporada como en un buen día de campo hasta llegar a su coto de caza particular: primero, los playoffs y, ahora, la lucha por el título.

Porque la estrella nacida en Akron hace ya casi 30 años, al igual que su equipo, no tuvieron problemas para llegar a la postemporada. Con un Spoelstra perfeccionando los sistemas, las rotaciones, los diferentes quintetos titulares para poder hacer frente a las diferentes tácticas maquiavélicas de sus rivales y dando descanso a sus jugadores más castigados (Wade sólo jugó 54 partidos en temporada regular para llegar al 100 % y Oden fue un mini-órdago que no ha triunfado por sus problemas físicos, pero cuyo fallo no lastra al equipo), Miami no tuvo problema en llegar a los playoffs. Bueno, tres manchas emborronan el expediente y aunque dos están superadas, una sigue en liza.

La primera llegó en el mes de marzo. Tras un espectacular partido, LeBron alcanzó los 61 puntos ante los Charlotte Bobcats, su récord personal, el conjunto de Florida entró en un pequeño descenso hacia las profundidades. Cinco derrotas en siete partidos, con la sensación que 'King' James había perdido fuelle, que no podía hacer frente a defensas asfixiantes como la de los Bulls, la de Pierce en Brooklyn o, la que ahora parece un quebradero de cabeza a horas de enfrentarse a él, la de Leonard en San Antonio.

Este hecho, la de un LeBron omnipotente en Miami es la segunda mancha, la que aún arrastra un equipo muy dependiente del buen día de su estrella (es el máximo anotador, reboteador, asistente y ladrón de su equipo en estos playoffs). Si el cuatro veces MVP no se siente cómodo, lo más seguro es que los Heat no ganen. No es un hecho científico ni matemático, es de sensaciones, de observación.

La tercera fue no acabar en primera posición en el Este. Indiana se la arrebató, aunque el conjunto de Vogel hizo todo lo posible por entregársela después de un último mes de competición regular muy negro. Eso dio a los Pacers el factor cancha para una hipotética final de Conferencia, pero no supieron aprovecharlo cuando tuvieron ocasión.

Con estas vicisitudes, llegaron los Heat a los playoffs...que fueron como la entrada de los tanques soviéticos en Berlín. Con barbarie, sin contemplaciones. 4-0 a los Bobcats en cuartos, 4-1 a los Nets en semifinales y 4-2 a los Pacers en la final de Conferencia. Por regla matemática tendrían que vencer las Finales 4-3 a los Spurs. Simple especulación. Veremos.

Este paseo digno de un campeón, sirvió a Spoelstra para recuperar una buena versión de Wade, a pesar de que no es el de hace un año; la de un Bosh que está cuajando una temporada que sin ser sobresaliente, puede ser su mejor en los Heat con gran presencia e intimidación en ataque (ya no le tiene grima a tirar desde cuatro y cinco metros); la de un Allen que sigue siendo Allen, con apariciones estelares cuando más se le necesita; la de un Andersen que sin ser un superclase, es todo garra y fuerza; y la de unos secundarios (Lewis, Chalmers, Cole, Battier...) que siguen la misma tradición heredada, la de aparecer al menos uno siempre para dar un plus de peligrosidad a su equipo.

Con estos elementos, LeBron y compañía harán frente al 'orden europeo' de Gregg Popovich. Duncan, Parker y Ginóbili, el Big-Three más laureado del siglo XXI, son el último escollo entre Miami y la grandeza histórica, pero pase lo que pase Miami ya habrá escrito otra página en los libros de la NBA, ya que son el tercer equipo en toda la historia de la NBA que alcanzan, como mínimo, cuatro participaciones de forma consecutiva.

Antes que ellos lo hicieron los míticos Boston Celtics de Bill Russell y Red Auerbach, que llegarían en 13 ocasiones (1957-1966) y ganarían 11 títulos (los dos últimos con Russell de entrenador), y Los Angeles Lakers de Kareem Abdul-Jabbar y Magic Johnson (1981-1985) que se alzarían con dos trofeos Larry O'Brien. Solapándose a ellos, estaría otro legendario equipo celtic, el formado por Larry Bird, Danny Ainge, Kevin McHale y Robert Parish (1984-1987) que también lograrían dos anillos.

"Estamos preparados para la lucha", subrayó LeBron, días atras. El Rey ha hablado, que den comienzo los juegos.