D'Antoni: "Se olía la sangre en el agua y nos han matado"

La dolorosa e histórica derrota sufrida esta noche por Los Angeles Lakers a manos de sus vecinos, del considerado hermano débil de la ciudad, los Clippers, ha provocado un malestar que difícilmente podrá ser olvidada por los millones de seguidores 'laker' que hay en el mundo.

La derrota fue humillante e incluso el prestigioso periódico, Los Ángeles Times, señaló que a pesar del propósito de tankeo de los Lakers, hasta los más aguerridos y fanáticos aficionados "están conmocionados y entristecidos" por lo visto en el Staples Center.

Y la plantilla angelina no pudo ocultar su desagrado y frustración por la paliza. Su entrenador, Mike D'Antoni, definió claramente cómo fue el partido: "Se olía la sangre en el agua y nos han matado". Esa es la idea que tienen todos los rivales cuando se enfrentan a los angelinos: conocen la debilidad de los de oro y púrpura y tratar de hacer más grande la herida es un caramelo que muchos llevan años esperando.

"Fue un partido horrible por nuestra parte (perdidas, mala defensa y sin movimiento en el ataque). No hemos creado jugadas para nadie y así es como todo empezó a desmoronarse. Pero no podemos detenernos en este partido o nos vendremos realmente abajo", señaló el español Pau Gasol, el único que mantiene las formas en cada partido.

Esta noche logró 21 puntos (8-15) y siete rebotes. Buenos números, pero insuficientes para tapar las fugas de un barco del tamaño del Titanic. Una embarcación que necesita a su capitán. "Miseria=motivación", escribió Kobe Bryant en su cuenta personal de Twitter.

Más claro que Gasol fue Jodie Meeks. El escolta es consciente de la humillación de la derrota: "Nos dieron una paliza por 48 puntos. No es divertido. Independientemente de si es un récord o no es frustrante, pero especialmente ante la televisión nacional y ante el mundo. Nosotros tenemos más orgullo que esto". A pesar de todo, trató de sacar algo positivo:" No pienso que lo Clippers sean 48 puntos mejor que nosotros".

"Es difícil ver lo que pasa porque era mi equipo. Pero son nuestros oponentes ahora. Hemos tenido nuestro pie en su cuello toda la noche. Están teniendo una temporada dura, pero es un equipo que siempre encontrará la manera de volver a la cima", señaló el exlaker, Matt Barnes, que no quiso hacer leña del árbol caído. Su entrenador, Doc Rivers, por su parte, no ocultaba su felicidad por la victoria: "Está claro que te gusta presumir".