El 4 de marzo de 1961 Pedro Ferrándiz sumaba al frente del Madrid 23 triunfos seguidos en el arranque de la temporada. Con 32 años vivía ya su segundo curso en el banquillo. Han tenido que pasar 53 campañas para que otro Madrid encadene 23 victorias en España y en Europa. Es el que dirige Pablo Laso, con el que Ferrándiz se identifica: “Después de ganar doce Ligas, once Copas y cuatro Copas de Europa, Lolo Sainz tomó mi relevo con gran éxito, y a veces no se le reconoce lo suficiente; pero ya llevaba años aburriéndome, hasta que llegó Laso. Su Madrid es como el mío: no hace prisioneros. Si puede ganar por 30, mejor que por 20. Ha recuperado la tradición perdida y le animo a que siga batiendo mis récords: mis 27 títulos, los tres años y tres meses sin perder en Liga...”. Si puede, le falta añadir retador.

Ferrándiz es así, orgulloso, pero celebra el éxito de Laso: “Estoy admirado, y no lo ha tenido fácil. Juan Carlos Sánchez y Herreros acertaron. Ahora, sólo les falta ganar la Copa de Europa y lo pueden lograr. El único pero es que quizá han empezado muy fuerte, pero incluso la rotación de jugadores, algo que nunca defendí por sistema, la veo acertada. Gran banquillo”. El vitoriano puede arrebatarle el viernes el récord en Badalona, donde el maestro se quedó sin racha: “Lo batirá, pero si no... ya sería coincidencia y quizá deban pasar otros 53 años”.

“Este Madrid tiene mucho mérito, porque hoy en Europa los equipos más fuertes están muy igualados. Ahora bien, lo nuestro fue una gesta, ganamos a soviéticos y yugoslavos cuando nadie en Occidente era capaz. Logramos lo que parecía imposible”. Y se atreve con una comparación: “Sergio Rodríguez es un Carmelo Cabrera elevado a la máxima potencia. Marcan diferencias, aunque curiosamente ni yo sacaba a Carmelo de titular ni Laso a Sergio”.

El único invicto en Europa

El Real Madrid es desde ayer el único equipo invicto de Europa, tras la derrota en la semifinal de la Copa de Grecia del actual campeón continental, el Olympiacos. Spanoulis y compañía habían ganado todos sus partidos de Liga y de Euroliga (20 en total), además de la final de la Supercopa y los dos de la Intercontinental celebrada en Brasil. Pero ayer su gran rival, el Panathinaikos (jugará la final copera ante el Aris), cortó su racha. Venció el equipo de Diamantidis (10 puntos y 5 asistencias) al de Spanoulis­ (8 y 2) por 67-59.