Entre una expectación colosal, la presentación mediática de Los Angeles Lakers, con sus 16 banderas de campeones, dio el tiro de salida oficioso a la temporada 2013-14: fue en el centro de entrenamiento del club, Nash Street, El Segundo, a mitad de camino entre el aeropuerto internacional LAX y Manhattan­ Beach. Pero el club más glamouroso de la NBA, el que encarna el resplandor de Jack Nicholson, el showtime de Hollywoood y las leyendas de Jerry­ West, Abdul-Jabbar y Magic Johnson, no ofrece hoy mucho más que unas nuevas y deslumbrantes equipaciones negras y amarillas con una referencia: Hollywood­ Nights.

El resto, el color púrpura de L.A., el equipo, los triunfos y los mismísimos Kobe Bryant y Pau Gasol cuelgan del aire de El Segundo. Dwight Howard, Superman descerebrado, escogió marcharse a Houston. Kobe (35 años, 30,45 millones de dólares por esta temporada) y Pau (33 años, 19,28 millones de dólares) terminan sus contratos con esta campaña 2013-14. Más allá, ninguno de ellos sabe cuándo podrá volver a jugar en pista junto a Steve Nash (40 años en febrero de 2014 y el más veterano de la Liga esta temporada) o esos fichajes de refuerzo: Jordan Farmar, Chris Kaman y Wesley Johnson.

"No importa lo que digan el único objetivo de este equipo es ganar el título. Pero no me voy a precipitar si el equipo lo pasa mal", concretó Bryant que suda en la cinta rodante antigravitatoria Alter G. Gasol tiene OK las rodillas tras la operación de mayo pasado y con alta médica para entrenarse al 100%: pero no jugaría un partido de competición, si eso fuera mañana. "Pau debe jugar en su sitio natural", sostiene Kobe. El próximo sábado, 5 de octubre, estos Lakers abren la pretemporada ante los Warriors. El 29 de octubre arrancan la NBA 2013-14: ante los Clippers. Más adelante es territorio desconocido: depende lo que aguante el tendón de Aquiles de un tal Kobe Bryant.