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McGrady se retira de la NBA

El jugador deja abierta la puerta para seguir jugando al baloncesto fuera de Estados Unidos. Se une a la lista de grandes jugadores que no tienen un Anillo de campeón.

Tracy McGrady en su etapa con Houston.
AFP

Tracy McGrady, exestrella de la NBA, no volverá a jugar en la mejor liga del mundo. Tras 16 temporadas en activo, siete All Stars, dos títulos de máximo anotador y cientos de jugadas que han levantado al público de sus asientos, T-Mac se retira. El escolta-alero no volverá a jugar en Estados Unidos, aunque deja la puerta abierta a otras ligas de baloncesto, según reconoció en la cadena ESPN. China, donde ya jugó la pasada temporada, es una opción que no descarta.

Estrellas sin Anillo de la NBA:

Tracy McGrady (Florida, 1979) Allen Iverson (Virginia, 1975) Chris Webber (Detroit, 1973) Reggie Miller (California, 1965) Charles Barkley (Alabama, 1963) Karl Malone (Luisiana, 1963) Chris Mullin (Brooklyn, 1963) Patrick Ewing (Jamaica, 1962) John Stockton (Washington, 1962) Dominique Wilkins (París, 1960) George Gervin (Detroit, 1952) Bob Lanier (Buffalo, 1948) Pete Maravich (Pensilvania, 1947) Walt Bellamy (New Bern, 1939) Elgin Baylor (Washington, 1934)

Todo apunta a que el de Florida entrará en el Hall of Fame de leyendas del baloncesto, pero con su retirada también se une a otro club mucho menos deseable. El de Allen Iverson, Charles Barkley, Patrick Ewing y John Stockton, entre otros: grandes estrellas que se retiraron sin haber ganado nunca el Anillo de campeón.

El escolta-alero empezó su camino en el baloncesto a la sombra de su primo mayor, Vince Carter. Los dos se estrenaron con los Toronto Raptors, donde coincidieron durante dos temporadas (98-99 y 99-00). A pesar de que Tracy había pasado directamente desde el instituto a la NBA y llegó primero, fue Carter quien se erigió como estrella. En el 2000, el primo mayor cosechó una victoria memorable, pero reñida, en el concurso de mates de Oakland, uno de los más espectaculares que se recuerdan. En la siguiente temporada McGrady emigró a Orlando.

T-Mac llegó con la etiqueta de jugador franquicia y en las cuatro temporadas que pasó en Florida no bajó de un promedio de 25 puntos por partido. Durante esta etapa se coronó como uno de los mejores jugadores de su generación y desbancó a su primo y a otros grandes en nivel de popularidad. Sus cualidades, menos espectaculares que las de Carter pero más efectivas, apuntaban a que se convertiría en uno de los mejores de la historia. Era capaz de ganar partidos él solo y sus pósters decoraban las paredes de miles de estadounidenses, pero las lesiones mermaron su progresión. En esa etapa metió más de 30 puntos por partido las tres veces que su equipo se clasificó para playoffs, números insuficientes para que su equipo peleara con los mejores.

Cuando se cansó de perder en Orlando, que en su último año no logró entrar en playoffs, cogió un vuelo a Houston, donde comenzaron sus problemas con las lesiones. Parecía que sus mejores highlights habían quedado atrás, pero la calidad no se olvida: con menos asiduidad debido a sus problemas de espalda, McGrady aún podía dejar actuaciones dignas de ver repetidas en Youtube, como los 13 puntos que le metió a San Antonio en 35 segundos.

Las lesiones, y quizá la falta de liderazgo, le hicieron pasar de general a escudero del gigante Yao Ming. Con la dupla en plena efervescencia, el reto de pasar de ronda en los playoffs seguía siendo un escalón demasiado grande. Y, cuando por fin lo lograron, T-Mac estaba en la enfermería.

Tras su marcha en 2010, McGrady pasó por los Knicks, Detroit, Atlanta,… sin llegar a cuajar en ninguno. En 2012 se exilió a China, donde jugó una temporada en el Qingdao DoubleStar Eagles, sin mucho éxito: su equipo terminó último. Con la liga acabada en febrero, se unió a San Antonio Spurs en el tramo final de la pasada temporada y a punto estuvo de conseguir el primer anillo de su carrera, pero Miami Heat fue un escollo insalvable. McGrady pasó desapercibido con cinco minutos, 1,3 rebotes y cero puntos por partido.

A pesar de los traspiés de los últimos años, McGrady se ha ganado un hueco entre los históricos de la NBA. Se retira con un promedio de 19,6 puntos, 4,4 asistencias y 5,6 rebotes por partido, marcas que mejoran ligeramente en playoffs. "Llevo 16 años jugando al deporte que amo. He tenido una gran carrera, pero es hora de terminar".