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CITY THUNDER 93 - GRIZZLIES 99

Marc Gasol y Conley alzan a los Grizzlies en Oklahoma: 1-1

Los Grizzlies silenciaron al gentío de Oklahoma City con un demoledor 19-30 en el último cuarto. Marc Gasol, 24 puntos y 5 rebotes, frente a los 11-5 de Serge Ibaka.

Marc Gasol celebra con Zach Randolph la victoria ante los Thunder.
Marc Gasol celebra con Zach Randolph la victoria ante los Thunder.BILL WAUGHREUTERS

Con 50 puntos combinados entre ambos, Marc Gasol (24) y el base Mike Conley (26) alzaron a los Memphis Grizzlies hacia un importantísimo triunfo en el Chesapeake Energy Arena de Oklahoma City. Los Grizzlies llegaron al 93-99 final en una espesa noche cargada de tensión e intensidad donde, por momentos y como en el primer partido, pareció que Kevin Durant, casi en solitario, iba a ser capaz de rescatar el día para los Oklahoma City Thunder: Durant, KD, firmó una espectacular tarjeta de 36 puntos, 11 rebotes y nueve asistencias y se cargó el equipo ‘thunder’ a las espaldas. Pero, tras la inmensa majestuosidad de KD, ahora no quedan muchas más opciones en Oklahoma City: casi a los 39 años, Derek Fisher, fue, de largo, el segundo mejor anotador de los Thunder, con 19 puntos y 4/5 en tiros de tres. Serge Ibaka aportó a los Thunder un buen balance de 11 puntos, cinco rebotes y tres tapones, alguno de ellos bastante intimidador para Zach Randolph.

En una noche que se había abierto en Nueva York con el 1-1 de los Knicks ante los Pacers (105-79) y con la esperada negativa de Phil Jackson a hacerse cargo de los Brooklyn Nets (que le hubieran dado el mejor contrato de la NBA), los Memphis Grizzlies marcaron terreno en el Chesapeake Energy Arena. Ante 18.203 espectadores, y en plena espesura de agresividad y tensión los Grizzlies imprimieron las muescas de que ahora mismo… son más y mejor equipo que los Thunder, mientras estos no tengan en acción a Russell Westbrook. “Ganamos como un equipo o perdemos como un equipo, pero siempre intentamos ir siendo mejores”, había anunciado Marc Gasol en Twitter, antes de medirse en el salto inicial a... Ibaka: por cierto, con el balón para Memphis. Las palabras de Marc parecían anticipar los hechos: tras el fiasco de la derrota al límite en el primer partido los Grizzlies vencían por 51-54 en el descanso, mandaron en el marcador parcial de tres de los cuatro cuartos (excepto el tercero)… y silenciaron al gentío de Oklahoma City con un demoledor 19-30 en el último cuarto. Hasta ahí, los Thunder ganaban por 74-69, gracias al 23-15 del tercer cuarto y gracias, sobre todo, al superclase que es Kevin Durant. Sólo Durant puede defender a Durant, que fue transportando y salvando a los Thunder con diez de doce puntos del equipo de Oklahoma entre los minutos 39 y 46. Ahí, KD acusó el cansancio de jugarse casi 30 posesiones (11/21 en tiros de campo, 11/12 en tiros libres)… y ahí aparecieron las zarpas de Marc y Conley (diez rebotes, nueve asistencias)... que arañaron nueve vitales puntos entre los minutos 45 y 48: del 88-86 para los Thunder se saltó a 90-95 para Memphis en menos de tres minutos, hasta que, a 13,7 del final, dos tiros libres de Randolph (15 puntos, ocho rebotes) abrieron la brecha insalvable del 90-97.

En esos instantes decisivos, el cansancio asedió a Durant, quien falló dos triples que eran de platino y perdió un balón decisivo ante Tony Allen (12 puntos), con 90-94 y a 56,9 del desenlace. Los Grizzlies controlaron claramente los rebotes (43-35, cinco capturas para Marc Gasol) y limitaron a diez sus pérdidas de balón, mientras el caos reinaba en el ‘passing game’ de los Thunder: 19 pérdidas y sólo 17 asistencias totales, lejos de las 22 que repartieron los Grizzlies. Aun así, Oklahoma City acertó un punto más de cociente en tiros de campo (42,9%-41,9%), pero lo que hay es que los Grizzlies empatan a uno, cuando la serie se muda a Memphis desde el sábado. En Memphis aún se recuerda la derrota ante los Thunder en los playoffs de 2011. Y en Memphis se tiene fresco el recuerdo de que los Grizzlies iban perdiendo por 0-2 ante los Clippers en la primera ronda de estos playoffs… y sentenciaron con una ráfaga de cuatro victorias como cuatro disparos o dentelladas. Los Thunder y el destino de Oklahoma están más que nunca en las manos de Kevin Durant, como un llanero solitario o un ‘ranger’ ante el poderío y superior tonelaje de la manada de Memphis. Tercer partido, el sábado: será un combate a manos desnudas en Memphis.

En Nueva York, y tras la primera derrota ante los Pacers, los Knicks habían vivido un amago de polémica con ciertos tuits en los que Bernard King, la antigua máquina anotadora, censuraba abiertamente la forma de operar de Carmelo Anthony: “A mí siempre se me enseñó que había que buscar Tiros de Alto Porcentaje (…) mover el balón, dar buenos pases, dejar que el juego venga (a ti) y no abusar del ‘dribbling”, había tuiteado King… que hoy es un analista de la cadena televisiva particular de los Knicks. La dirección del club ‘aconsejó’ a King la retirada de los tuits y el exjugador borró de su cuenta las reflexiones sobre el juego de Anthony, alegando que los tuits habían sido obra de ‘un amigo’ que había entrado en la cuenta.

Nadie se tragó la excusa de King, dado el grado de conocimiento del juego que rezumaban los interesantes tuits, pero justo después del incidente, la artillería de Carmelo entró en acción y derrumbó a los Pacers en el Madison Square Garden: 105-79 para los Knicks, que empatan a uno la semifinal del Este, con 32 puntos de Anthony (13/26 en tiros). Con nueve capturas, Melo, que aún se dolía del hombro izquierdo, fue también el máximo reboteador de los Knicks que, tras vencer por 47-42 en el descanso… perdían por 62-64 en el minuto 33. Justo ahí, Frank Vogel sentó al pívot Roy Hibbert, que cerraba los accesos a la zona de los Pacers… y los Knicks cerraron el tercer cuarto con un parcial de 10-2 (72-66), desatado por cinco puntos seguidos de Carmelo.

El último cuarto arrancó con cinco de los diez puntos de Pablo Prigioni (4/4 en tiros, con 2/2 en triples), más otros 15 puntos en fila entre Anthony y Chandler. El Garden coreaba el nombre de Prigioni (‘Pablo, Pablo…’)… y los Knicks sepultaron a los Pacers bajo un parcial monstruoso: 30-2 desde el 62-64. El 92-66 del minuto 43 liquidaba la noche del Garden, de paso para el 105-79 definitivo, la victoria más amplia para los Knicks en un playoff desde 1992. Y desde 1999, precisamente ante los Pacers, los Knicks no habían superado el centenar de puntos en una cita de playoff. “Carmelo entró en ignición, fue como si se le prendiera fuego”, señaló Paul George, autor de 20 puntos para los Pacers. “Jugamos con sentido de urgencia”, observó el mismo Anthony. “Tras perder el primer partido, hicimos del rebote de equipo una cuestión de honor”, reveló Chandler, quien aportó a los Knicks ocho puntos y cuatro rechaces. Los Knicks dominaron por 37-35 la cuenta de rebotes (que habían perdido por 30-44 en el primer turno), contaron con 15 puntos de Iman Shumpert, 14 de Raymond Felton… y con sólo ocho de J. R. Smith, cuya afición por la vida nocturna en los clubes vuelve a dar que hablar en N. Y. City. Entre los Pacers, David West (13 puntos) y George Hill (12) se manejaron con discreción. Los Pacers perdieron nada menos que 21 balones. Moviendo bien el balón, como pidió Bernard King, los Knicks acertaron en el 49,3% de sus tiros de campo, por sólo 45,5% del equipo de Indianapolis… donde se reanudará la serie con el tercer partido y 1-1: pero eso ya será el sábado.