Milagro de los Lakers con 42 puntos de Kobe Bryant

Menos de 24 horas después de verse zarandeados por los Thunder, en Oklahoma City, los Lakers se bañaron en un diluvio de luz en Nueva Orleáns. Fue tras rozar la puntilla a una temporada nefasta, en lo que parecía una catástrofe, un ‘Katrina’. En el New Orleans Arena, donde el mejoradísimo Pau Gasol ya correteó por la pista en sesión individual, los Hornets (que han ganado 21 partidos…), dominaban a los Lakers por 63-38 a 2:13 del descanso… y por 93-72 en el último minuto del tercer cuarto. Al descanso, los Hornets firmaban 67 puntos, su máximo de la temporada tras dos cuartos: 67-48. Los Lakers no defendían ni luchaban bajo tableros: de hecho, perdieron los rebotes por 37-30. Pero, cuando la temporada ‘laker’ se iba por la alcantarilla, Jodie Meeks (19 puntos, 5/9 en triples) acercó un poco a los Lakers, hasta 100-86, a 7:52 del fin. Howard machacó el 100-88… y Robin Lopez (13 puntos, once rebotes) también machacó el 102-88. Quedaban 6:47. Nadie sabía que venía un suceso insólito, casi un milagro: los Hornets ya no iban a anotar más en todo el partido… que cerraron los Lakers con 0-20 de parcial para un triunfo por 102-108 que les acerca más que nunca a la zona de playoffs del Oeste. Los Lakers firman ahora un 31-31 que estrecha mucho la distancia, con Utah (32-29) y Houston (33-29), perdedores en Cleveland y Dallas.

¿Cómo fue ese relámpago fugaz del N.O. Arena, ante 16.019 espectadores? El milagro tiene un nombre: Kobe Bryant. Tras la ignición a cargo de Meeks, Kobe, el jugador más en forma de la NBA, el gran líder de los Lakers, anotó los 14 puntos finales de su equipo (y del partido) con triples, bandejas, suspensiones cortas en ‘uno contra uno’ y una galopada por toda la pista que sentenció la noche con 102-106, a 23,6 del final, tras desbarajuste defensivo de los confusos Hornets, que tenían a siete jugadores en diez o más puntos, con 18 de Eric Gordon. Tanteo del último cuarto: 9-33 para Lakers.

Bryant cerró unas cuentas espectaculares: 42 puntos (14/21 en tiros), 12 asistencias (la mayoría a Howard) y siete rebotes. “Regla 76, no excusas, juega como un campeón.”, había lanzado Kobe en Twitter (la frase de Vince Vaughn en ‘De Boda en Boda’), cuando salió de Oklahoma tras acusaciones de Kevin Durant de que podía haber fingido su lesión de codo ante los Thunder (nervio cubital golpeado). “Para nada me siento cansado. Ganar este partido como lo hemos hecho dice mucho sobre nuestro carácter. Esto nos une más como equipo”, relató Bryant. A 27,1 segundos del fin, con 102-104, también fue vital un tapón altísimo de Dwight Howard a Robin Lopez, que iba a reventar el aro. Howard completó quizá su mejor partido como ‘laker’: 20 puntos (9/16 en tiros), 15 rebotes, cuatro tapones. Dwight recibió elogios del entrenador, D’Antoni (“Howard detuvo en la segunda parte el ataque en pick&roll de los Hornets…”), de Kobe (“por fin se ha decidido a ser dominante”) y de Steve Nash: “Estoy orgulloso de Dwight…pero Kobe es Kobe y él nos ha abierto la ventana, nos ha dado esta oportunidad”, razonó Nash: cinco puntos, cuatro asistencias. Metta World Peace aportó once puntos a los Lakers, con sendos triples que les mantuvieron vivos a través del tercer cuarto. Reamunicionados moralmente, los Lakers vuelven a su casa del Staples Center, donde reciben el viernes a Toronto, y el domingo a los Chicago Bulls… con el regreso de Pau Gasol ya a vista de pocas semanas.

Para completar la noche, los Lakers recibieron regalos adicionales en Cleveland y Dallas: en Cleveland, los Cavs abatieron a Utah Jazz, todavía sin el lesionado Al Jefferson: fue 104-101, cuando Utah mandaba por 92-100 a 2:46 del fin. Pero Kyrie Irving (20 puntos, diez asistencias, siete rebotes) empuñó la batuta y anotó ocho de los diez puntos finales de los Cavs en un parcial definitivo de 10-1. Con 102-101, y a 4,9 de la sirena, una bandeja de Mo Williams, ex de los Cavs, rodó, se salió del aro… y Wayne Ellington (16 puntos) abrochó el 104-101 con dos tiros libres. Gordon Hayward (25 puntos) y Paul Millsap (16) fueron los mejores de unos Jazz que se tambalean: cinco derrotas en seis partidos… cuando siguen viaje a Chicago (viernes) y N. Y. Knicks (sábado). En Dallas, los Mavericks dominaban por 60-56 al descanso… y mantuvieron la diferencia pese al acoso de los Rockets: 112-108 para unos Mavs ‘old fashion’, con 22 puntos por cabeza para Shawn Marion y Dirk Nowitzki y otros 16 para Vince Carter. O. J Mayo produjo 13 puntos, pero cinco de ellos fueron de oro: cinco puntos consecutivos entre los minutos 45 y 46, cuando Houston había pasado al frente con 102-104 tras el último triple de James Harden: 28 puntos, 5/17 en tiros, 2/7 en triples… y 16/16 desde la personal. Chandler Parsons aportó 23 puntos. Pero con 110-108, dentro del último minuto (y los Lakers vigilando la televisión en el vestuario de Nueva Orleáns)… Harden se concedió dos errores letales, un triple y un tiro corto. Dos tiros libres de Darren Collison cerraron la noche en el American Airlines Center. La lucha de los Rockets se traslada a Oakland, cara a cara con los Warriors, que escaparon por poco al acoso de los Sacramento Kings: a 7,2 del final, en el Oracle Arena de Oakland, los Kings aún vencían por 82-83: mandaba una canasta de Patrick Patterson (15 puntos, ocho rebotes) a 85 segundos de la sirena. Pero, ahí, a 7,2 del cierre y tras fallos de unos y otros, Klay Thompson (20 puntos) clavó su cuarto triple de la noche como una daga en el corazón de los Kings. Con 85-83, Tyreke Evans falló el tiro del empate y Draymond Green selló el 87-83 final con dos tiros libres. Como de costumbre, David Lee amuralló a los Warriors, con 17 puntos y diez rebotes. El Warriors-Rockets de este viernes será una batalla.

En Memphis, los Blazers se fueron despidiendo más de los playoffs y arrojaron la toalla ante un colosal Marc Gasol: 23 puntos (10/17 en tiros), doce rebotes y tres asistencias en 40:50 de una acción ampliada por la baja de Zach Randolph, mal del tobillo. 20 puntos de Mike Conley, con tiros libres vitales en el último minuto, adornaron la victoria de los Grizzlies (91-85), que barrieron en rebotes a los Blazers: 52-38, gracias a los tremendos zarpazos de Marc. Seis ‘blazers’ lograron diez o más puntos con el fantasioso Damian Lillard (20) al frente de la juvenil banda de Portland. Víctor Claver (2/5 en tiros) ofreció cuatro puntos a los Blazers en 18:23 en pista. En Phoenix, victoria fácil de Toronto Raptors ante los Suns: 71-98. DeMar De Rozan (15 puntos) lideró a un grupo de seis ‘raptors’ en diez o más puntos. Marcus Morris fue el máximo anotador de los Suns, con… 12 puntos. Y en San Antonio, los Bulls, llenos de golpes y lesionados (Hinrich, Gibson, Hamilton…) sorprendían en el descanso a los Spurs (47-52), hasta que los Spurs se pusieron serios con el 25-16 del tercer cuarto, de paso para el 101-83 definitivo: 21 puntos de Marco Belinelli fueron lo mejor de los Bulls (además de ocho puntos y 13 rebotes de Joakim Noah), mientras los Spurs descansaban en Manu Ginóbili (18 puntos) y en su versión 2013 de ‘Twin Towers’: Tim Duncan (18 puntos, diez rebotes) y Tiago Splitter: 13 puntos, diez rebotes.

En el Staples Center, los Clippers remataron en el último cuarto a los Milwaukee Bucks que aprovecharon su visita a Los Ángeles para hablar con Kareem Abdul-Jabbar. “Por supuesto que me gustaría entrenar a los Bucks”, apuesta Kareem, ya casi con 66 años: el hombre que condujo a los Bucks (junto a ‘Big O’, Oscar Robertson), a la Tierra Prometida de su único anillo, en 1971. Hoy, Jim Boylan dirige interinamente a unos Bucks que cayeron sin remedio bajo las gigantescas turbinas de estos Clippers: 117-101. 23 puntos, once rebotes y once asistencias para Blake Griffin, inesperado 'triple doble', 25 de Jamal Crawford y 20 de Matt Barnes (6/11 en triples) lanzaron a unos Clippers donde Chris Paul se ‘limitó’ a 14 puntos y nueve asistencias. Monta Ellis (22 puntos), Ersan Ilyasova (20) y Brandon Jennings (18 puntos, doce asistencias) fueron los mejores del buen equipo de Milwaukee.

En el Este se vivieron ciertas sacudidas en la lucha por la cabeza: Boston dominó en Indianapolis a los Pacers por 81-83 en final agónico, con canastita decisiva de Jeff Green (11 puntos) a medio segundo de la sirena. Fue en la segunda asistencia de Kevin Garnett, líder ‘celtic’ en la noche de Indiana: 18 puntos, diez rebotes. Los Pacers, que de nuevo se han quedado sin Danny Granger (rodilla dolorida) ganaban por 81-72 a 4:35 del final, pero ya no volvieron a puntuar y sólo conectaron cuatro de sus 20 tiros del último cuarto, maniatados por la defensa de Boston. Los Pacers sólo concretaron 32 de 88 tiros: 36,4%, aunque todos sus titulares anotaron en dobles dígitos. Mención especial para Paul George (16 puntos) y Roy Hibbert: 12 puntos, 12 rebotes. Avery Bradley (13 puntos) y Paul Pierce (13 puntos, ocho rebotes, cuatro asistencias) dieron refuerzo a Garnett. En racha de cuatro victorias, Boston sigue en el séptimo lugar del Este, pero tiene cerca, a tiro… incluso la cuarta plaza de unos Brooklyn Nets que despacharon a los Bobcats en Charlotte: 78-99, con 22 puntos de Joe Johnson y 20 de Deron Williams. Dice Deron que aprovechó el ‘All Star Weekend’ para reciclar su cuerpo y que ha perdido cuatro kilos. En fin… Kidd-Gilchrist logró 17 puntos para los despeñados Bobcats.

Y en Miami anduvo cerca la grandísima sorpresa de que los Magic detuvieran a los Heat. Lo evitó LeBron James (26 puntos) con una entrada mortal sobre DeQuan Jones, a 3,2 segundos: 97-96 para Miami, que demarra en una racha de 16 triunfos consecutivos. “No tenía intención de tirar más desde lejos”, reveló James, que había fallado dos triples en los 90 segundos anteriores y cerró con 1/6 en tiros de tres. Un fantástico Nikola Vucevic (25 puntos, 21 rebotes) y el recuperado Jameer Nelspon (16 puntos, 14 asistencias) mantuvieron en juego a los Magic. Les dieron réplica, además de ‘King’ James, 24 puntos de Wade (10/17 en tiros) y 17 de Chris Bosh. A 1:36, los Magic ganaban por 93-96, tras canasta de Nelson. Ahí, con 93-96 y tras los fallos de LeBron, una canasta de Tobias Harris (16 puntos) se anuló por ‘presunta’ falta en ataque sobre Shane Battier. Ahí llegó la debacle de los Magic, que señalaron a las cifras relacionadas con las faltas personales: 30 contra Orlando… y sólo 17 sobre Miami. Los Heat lanzaron 31 tiros libres (27/31), casi el triple que los doce de Orlando: 10/12. “Perder así es muy duro”, resumió Jacque Vaughn, entrenador de los apenados Magic.

En Auburn Hills, los Knicks reservaron a Melo Anthony, con la rodilla dolorida tras su resbalón en Cleveland… pero aún así batieron a los Pistons por 77-87, pese a diez puntos y 16 asistencias de un excelente José Manuel Calderón. Sin Melo, que puede descansar unos días, los Knicks se encomendaron casi exclusivamente a Raymond Felton (26 puntos), Stoudemire (22 puntos, nueve rebotes) y J. R. Smith: 20 puntos. Los Knicks sentenciaron con un 0-16 en el último cuarto. Además de Calderón y de 17 puntos de Brandon Knight, los Pistons tuvieron poca cosa: ni siquiera a su entrenador titular, Lawrence Frank, ausente por ‘razones personales’. En Minneapolis, los Timberwolves cerraron una serie de seis derrotas con su cuarto triunfo en los últimos 26 partidos: un 87-82 ante los Wizards. Sin una sola duda, Ricky Rubio fue la pieza clave en este triunfo y de nuevo rondó el ‘triple doble’: 15 puntos (4/15 en tiros, 0/2 en triples), once asistencias y siete rebotes en 37:56 en pista. Pese a 19 puntos (y siete asistencias) de John Wall y los 14 rebotes (más diez puntos) de Emeka Okafor, los Wizards se hundieron detrás de sus 24 pérdidas de balón: “Con una cifra así no se le gana a nadie en esta Liga”, rezongó Randy Wittman, ex jugador de los Hawks y hoy entrenador de los Wizards. “Conseguir esta victoria ha sido un alivio” se felicitó Ricky Rubio, de quien Derrick Williams (16 puntos y ocho rebotes para los Wolves) comentó: “Ricky nos alimenta a todos y todos le miramos a él”. Y en Atlanta, los Hawks (sin Zaza Pachulia) despacharon con limpieza a unos Sixers que parecen ir haciendo las maletas: 107-96. 27 puntos y once asistencias de Jeff Teague más 21 puntos (con doce rebotes) de Al Horford propulsaron a los Hawks, que mandaban por 91-70 después de tres cuartos y que hallaron la grata sorpresa de ver al reserva Anthony Tolliver anotar su mejor marca de la temporada: 21 puntos, con 5/7 en triples. Thaddeus Young (16 puntos) fue el mejor de unos desilusionados Sixers, que ya van de trámite.