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NUEVO PRODIGIO

Julian Newman: pequeño genio del basket en Estados Unidos

Su fama se ha disparado en las últimas semanas al aparecer en la portada de deportes de 'The New York Times' y ser entrevistado por varias cadenas de televisión de EE. UU.

Nueva York
DIFERENCIA. Newman intenta driblar a un compañero mucho más alto durante un entrenamiento de la 'Downey Christian School'.
Reuters

Julian Newman está causando sensación en el baloncesto escolar de Estados Unidos. Tiene 11 años y sólo levanta 1,37 metros del suelo, pero un vídeo en el que se le ve manejando dos pelotas a la vez, pasándoselas por debajo de sus diminutas piernas, driblando, lanzando a la canasta y sorteando a contrarios que le sacan cuatro años y 50 centímetros le ha convertido en auténtico fenómeno de masas en YouTube, con más de tres millones de visitas.

Los éxitos de esta diminuta estrella, que juega en la Downey Christian School de Orlando, han ocupado la portada de la sección de deportes del diario The New York Times; le han hecho ganar un viaje gratis a Nueva York para estar en un programa matinal de la cadena ABC, donde ganó en tiros de dos a su hermana, también jugadora; y le han convertido en figura de las pantallas norteamericanas.

Ahora, cuando va a otro colegio de Florida a jugar un partido con su equipo de varsity (jugadores en los dos últimos años de high school) ya nadie le pregunta: ¿Estás en el equipo? Calienta entre grandes aplausos de los espectadores y cuando el partido comienza, demuestra que es un diablo con la pelota, se mueve a toda velocidad, encuentra a sus compañeros libres... y coloca las manos muy cerca del suelo para sacan un lanzamiento que sólo encuentra red. Anota doce puntos por partido y es el líder de asistencias de todo el estado de Florida (10,9 de media).

Jamie Newman, el profesor de historia que además es su padre y su entrenador, dice que sabía que era "muy bueno desde que tenía cuatro años y comenzó a pasarse la pelota, del tamaño reglamentario que emplean los profesionales, sin problemas entre las piernas". "Ha trabajado muy duro, pero él sabe que antes del baloncesto viene la escuela", alega el hombre que le enseñó desde que era un bebé los partidos de Pete, el pistolero, Maravich, uno de los mejores tiradores de la historia de la NBA.

Brillante. El chico, que lleva todas las asignaturas con sobresaliente, no parece impresionado y cuando no está en el gimnasio del colegio está enfrente de su casa, donde su padre ha pintado una cancha de baloncesto, tirando a canasta. Su dedicación es extrema y sus vecinos se han quejado de que el ruido de la pelota golpeando el aro les ha despertado a la una de la madrugada. Algunos ojeadores universitarios ya le han visto, no sólo por vídeo sino en directo, y dicen que es una bala con la pelota en las manos y que su mayor hándicap es su estatura.

Julian tiene 13 camisetas de jugadores de la NBA, entre ellas las de Magic Johnson y LeBron James, y dice sin tapujos que su objetivo es ser algún día tan bueno como Chris Paul, el base de los Clippers. Pero su verdadero sueño, cuando esté más crecidito y llegue al menos a los 1,80 metros de altura, es vestir la camiseta de Los Angeles Lakers.