Baloncesto | Copa del Rey

Todos contra el Barça

El Blancos de Rueda Valladolid-Power Valencia abre hoy la Copa del Rey en el Palacio de Deportes. El torneo de los sobresaltos se presenta esta vez con un favorito casi unánime, el Regal Barcelona. Es el vigente campeón, aunque ningún equipo repite éxito desde la campaña 87-88.

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Habría que remontarse al siglo pasado, a mediados de la década de los ochenta, a aquel Madrid de Fernando Martín, Corbalán y compañía, para encontrar un favorito tan unánime el día que arranca la Copa del Rey. Pese a tratarse del torneo de los sobresaltos, los dedos señalan al Regal Barcelona con escasos titubeos. Las predicciones auguran que en tres días alzará el trofeo porque dispone de la plantilla más potente (aún puede incluir a Mickeal por Morris o Anderson), cuenta con el líder más desequilibrante (Navarro) y con la defensa más contundente (sólo encaja 65 puntos de media), clave en una competición a cara de perro con tres partidos seguidos. Y este no sería un triunfo más, sino el número 22, el que le permitiría dar caza al Real Madrid en el palmarés, en esa pugna eterna entre los dos colosos del baloncesto español.

Tanto favoritismo, sin embargo, chirría algo y quizá le perjudique en una campaña donde su marcha no resulta tan apabullante como en la pasada. Para los amantes de los sortilegios, el campeón vigente no repite título desde la 87-88, cuando los Solozábal y Epi sumaron dos coronas seguidas.

Tercera vez.

Todos contra el Barça, cual fuego devastador, es el grito de guerra de esta Copa en Madrid. Después de 46 años sin disputarse la fase final en la capital (entre 1960 y 2006), esta volverá a jugarse en el Palacio de Deportes de Goya por tercera vez en las últimas seis ediciones, con sólo un local en el cartel, el Real Madrid. Es el gran aspirante a la otra plaza en la final, aunque ojito al Power Valencia de Pesic (estable en el juego y fuerte atrás), que hoy corta la cinta inaugural ante la gran revelación, el Blancos de Rueda Valladolid.

Los de Me­ssina arrastran el sambenito de la irregularidad, lo que no le ha impedido presentarse a la cita invicto en 2011, aunque sí convencer plenamente. Los vaivenes no son buenos aliados en el torneo del KO, pero este Real tiene pegada y, de vencer hoy al Granca, descansaría mañana, cuestión nada baladí. Luego debería demostrar que el Barça­ no es un muro insalvable, que su sola mención no le aterroriza... El domingo queda lejos. La carrera blanca empieza esta noche ante el Gran Canaria 2014, que ha perdido a Savané, un referente, y que nunca pasó de cuartos. Hoy afronta su séptima intentona ante un Madrid que arrastra el peso de la historia, 18 años de pertinaz sequía copera, desde 1993, desde la era Sabonis.

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