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El Barcelona es infalible

Tras casi dos años, el Caja Laboral volvió a perder en fase regular de ACB en su cancha del Buesa Arena. Y tuvo que ser ante el Barcelona, claro. El equipo de Xavi Pascual jugó un partido tremendo para demostrar que llega en plenitud al playoff de Euroliga ante el Real Madrid. Ricky, estelar en defensa, dirección y tiro exterior, lideró el triunfo de un equipo implacable a partir del segundo cuarto que tiene prácticamente en la mano el primer puesto ACB de cara a los playoffs.

REGAL BARCELONA, ESTELAR.

El 26 de abril de 2008, Cajasol ganó en Vitoria. Desde entonces, treinta rivales habían perdido de forma consecutiva en temporada regular en una pista inabordable. Hasta ahora. Hasta que llegó, claro, el Barcelona de las ya 44 victorias en 47 partidos oficiales. El Barcelona que no baja el ritmo ni con el playoff de cuartos de la Euroliga a la vista. El Barcelona que deja atrás a Caja Laboral de forma definitiva (24-2 contra 20-6 y average) y que pone rumbo (lo puso hace mucho) hacia el primer puesto al término de la temporada regular. El Real Madrid, segundo, marcha a tres partidos y con visita al Palau pendiente...

En Vitoria el Barcelona fue la máquina implacable de casi todos los días ante un rival que lo dio todo para conseguir simplemente tener vivo el partido hasta el final (72-76 superado el ecuador del último cuarto). Hacer la goma para terminar desfondado y ver al rival tan cerca pero tan lejos. Un rival que fue mejor en el tiroteo del primer tiempo y en la guerra de guerrillas del segundo. Baskonia defendió plaza con orgullo y energía pero terminó desangrado y sin más buena noticia que la vuelta a la actividad de Splitter, que tuvo minutos de prueba pensando en Moscú. El resto fue el buen inicio de San Emeterio, la energía de Marcelinho (17 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias) y el trabajo en las zonas de un Barac (19 puntos, 6 rebotes) cuya ascendencia en el equipo se ha disparado desde la lesión de Splitter.

El Caja Laboral demostró en el primer cuarto que hay una forma de combatir contra el ejército azulgrana y que pasa por bordear, literalmente, la perfección. 27 puntos (27-22) son un mundo que muchos no logran ni en media parte contra la defensa de Xavi Pascual. El equipo de Ivanovic lo hizo con ritmo y porcentajes de tiro descomunales, imposibles de mantener durante cuarenta minutos. En ese primer cuarto, en todo el primer tiempo, se vio baloncesto eléctrico, del nivel real de dos de los mejores equipos de Europa, dos de los ocho que lucharán desde el martes por estar en la Final Four de París.

Entonces, en ese primer tiempo de bombardeo y juego rápido, el Barcelona obró el vuelco a lo largo del segundo cuarto, hasta el punto de que la bocina (con triple postrero de Teletovic incluido) pareció salvarle de descolgarse definitivamente. El Barça pasó a dominar el rebote, entró en ritmo en la transición defensiva, ajustó el trabajo sobre la línea exterior vitoriana y despegó: tiro exterior, juego entre pívots, fluidez en el pase... una sinfonía liderada por Navarro (15 puntos, muchos en ese primer tirón azulgrana) y Ricky Rubio. El base, extraordinario, cargó con un exceso de faltas pero lo bordó como líder absoluto de la defensa y el ataque de su equipo: 17 puntos y 5/5 en triples. Puntos y robos en los momentos calientes... Extraordinario. Lo demás del Barcelona fue el habitual carrusel inagotable de efectivos. Dosificado esta vez Fran Vázquez, el trabajo de Morris y NDong (8 puntos, 9 rebotes) y la clase de Lorbek (14+5) decantaron el duelo en las zonas y Mickeal (13 puntos) hizo daño como suele, rompiendo hacia el aro aprovechando su fortaleza física.

El segundo tiempo mostró a un Barça que no terminó de romper el partido y un Caja Laboral que no se rindió hasta el golpe final: triples de Ricky y Lorbek. El equipo vitoriano aguantó a base de tirones y de entrega en defensa pero sufrió demasiado para anotar cuando Xavi Pascual dispuso una telaraña casi perfecta con un quinteto de tremendo voltaje defensivo: Ricky, Grimau, Basile, Morris, Fran Vázquez. Asfixiante sobre un rival en el que English estuvo discontinuo y apenas aparecieron, una vez más, Oleson o Herrmann. Demasiado lastre con Splitter entre algodones y Teletovic frenado por la defensa de un Barcelona que llegó, vio y venció en una de las pistas más difíciles de Europa y demostró al Real Madrid, si es que necesitaba más pruebas el equipo de Messina, que tiene mucho de lo que preocuparse de cara a la batalla europea que comenzará, también para Caja Laboral, el próximo martes.

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