Un estudio desvela el origen de los ronroneos de los gatos
Un equipo de investigadores de la Universidad de Viena ha cuestionado la hipótesis de la contracción muscular en el ronroneo felino, planteando una alternativa basada en la teoría mioelástica aerodinámica.
El ronroneo de los gatos es una señal de que están felices, contentos y se sienten instalados, disfrutando de mucho alboroto y atención. Todos sabemos que los gatos expresan sus sentimientos ronroneando, de la misma manera que cuando los seres humanos están felices sonríen y los perros menean la cola.
Para la comunidad científica, el verdadero misterio es cómo los gatos producen estos ronroneos. Pues bien, un estudio reciente publicado en Current Biology parece haber encontrado la respuesta: es más similar a un ronquido que a un espasmo muscular voluntario.
La hipótesis más aceptada hasta ahora
Hasta la fecha, la hipótesis más aceptada sobre el origen del ronroneo era la de la construcción muscular. Según esta idea, el ronroneo se produce por la vibración de los músculos de la laringe al contraerse y relajarse rápida y repetitivamente, unas 30 veces por segundo.
Las contracciones de los músculos hacen vibrar las cuerdas vocales, generando el característico sonido del ronroneo. No obstante, esta postura se basa en observaciones anatómicas y fisiológicas de los gatos, pero no hay evidencia directa que la respalde.
Procedimiento del estudio
Ante estas circunstancias, un equipo de investigadores de la Universidad de Viena liderado por el científico austriaco Christian T. Herbst ha cuestionado la hipótesis de la contracción muscular en el ronroneo felino, planteando una alternativa basada en la teoría mioelástica aerodinámica.
Esta teoría se enfoca en cómo los sonidos son generados por el flujo del aire a través de estructuras elásticas en la laringe, sin depender de las contracciones musculares. Para la práctica del estudio, los investigadores utilizaron las laringes extraídas de ocho gatos domésticos eutanasiados tras enfermedades terminales, y con pleno conocimiento y aceptación por parte de sus titulares.
A continuación, comprimieron las cuerdas vocales de la laringe y soplaron aire tibio y húmedo a través de ellas. Al hacer esto, se aseguraron de que cualquier sonido que se generara no viniera de la contracción de los músculos ni de la intervención del cerebro.
El hallazgo ha desencadenado cierta controversia entre los expertos
T. Herbst y sus colegas pudieron observar que se producían ronroneos en todas las laringes extirpadas, con oscilaciones autosostenidas a bajas frecuencias entre los 25 y los 30 hercios. La explicación reside en una ‘almohadilla’ especial incrustada en las cuerdas vocales de los gatos, y observable a simple vista.
Esta herramienta, sin duda alguna, sería una adaptación anatómica que reacciona a la entrada del aire. Según este nuevo descubrimiento, el ronroneo sería un sonido pasivo que no requeriría ningún esfuerzo muscular por parte del gato.
Ahora bien, la comunidad científica no está del todo convencida. Es por ello que el equipo de investigación quiso hacer hincapié en que su estudio no busca desacreditar la hipótesis de la contracción muscular, sino abrir una nueva vía de investigación y poner de manifiesto la necesidad de revisar y profundizar en lo que hasta ahora se consideraba como la única explicación válida para el ronroneo felino.