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La distinción británica que Isabel II dio a Felipe VI

Es la más antigua del Reino Unido y la fundó el rey Eduardo III, un día de San Jorge en 1348. El lema que reza en su insignia es: “Honi soit qui mal y pensé”.

La distinción británica que Isabel II dio a Felipe VI
Casa de S.M. el Rey Europa Press

En el año 2019, Felipe VI pasó a formar parte de la Muy Noble Orden de la Jarretera, considerada la máxima distinción que concede la monarquía británica y una de las más prestigiosas del mundo, en una ceremonia que tuvo lugar al mediodía en el Castillo de Windsor, a las afueras de Londres. De este modo, este pasó a unirse a un selecto grupo de monarcas europeos a los que la reina Isabel II otorgó el honor de pertenecer a la noble congregación.

Su lema es “Honi soit qui mal y pensé” (”Que se avergüence el que haya pensado mal”), algo que responde al desafío de Eduardo III frente a quienes ponían en cuestión su derecho a ser el sucesor al trono de Francia. Sin embargo, existe otra versión aparentemente más bonita, pero sin base creíble que hace referencia a Juana de Kent. El lema se encuentra en el escudo del Reino Unido, rodeando los cuatro cuarteles que la componen.

Primeras personas en recibirla

La Orden de la Jarretera tiene su sede en el Castillo de Windsor, una residencia de fin de semana de la que fuera reina británica. La investidura de los nuevos caballeros se hace en el Salón del Trono y, posteriormente, el capítulo se reúne en la capilla de San Jorge, la cual comenzó a construirse en el año en que se fundó la orden.

El primero en recibirla fue Alfonso V de Aragón y de Nápoles (1450), al que le siguieron Fernando el Católico; Felipe I “el Hermoso”; Carlos I; Felipe II; Fernando VII, Alfonso XII, Alfonso XII y Juan Carlos I, investido en 1989. La primera mujer que fue investida fue Felipa d’Hainaut, la mujer de Eduardo III.

Origen

Los registros más antiguos de la Orden de la Jarretera se perdieron en varios incendios, aunque aparece registrado que la fundó el rey Eduardo III, un día de San Jorge en 1348. La leyenda cuenta que nació cuando el monarca estaba bailando en una fiesta con la condesa de Salisbury y le anudó en la pierna una liga azul que se le había desprendido.

Ante los murmullos que esto despertó en la corte, el rey pronunció la frase en latín anteriormente mencionada. La pertenencia a la Orden tiene carácter vitalicio, pero se contempla la posibilidad de ser expulsado por cometer delitos de herejía, traición o cobardía.

Vinculación con España

La Orden inglesa está considerada como la más prestigiosa del mundo junto con la Orden del Toisón de Oro, fundada en 1429 por el duque de Borgoña y conde de Flandes, Felipe III de Borgoña. Esta se encuentra muy ligada a la dinastía de los Habsburgo y a las coronas de Austria y España.

El Toisón de Oro la concede el rey de España, aunque con la guerra de Sucesión a comienzos del siglo XVIII, se escindió y se creó una rama austríaca. Llevan anexo el tratamiento de Excelencia, siempre que su titular no posea otro de mayor rango.