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Nuevos hallazgos sobre el enigmático Reino Shu

Un equipo de arqueólogos de las universidades de Sichuan y Pekín han descubierto objetos hechos de oro y jade, y diez singulares piezas de bronce.

Sichuan (China)
Pixabay

Las últimas excavaciones que se han llevado a cabo en el yacimiento de Sanxingdui, en el suroeste de China, han revelado una gran cantidad de tesoros arqueológicos que permitirán profundizar en el conocimiento del enigmático Reino Shu, que se remonta entre 4.500 y 3.000 años atrás.

Entre los hallazgos se encuentran objetos de metales preciosos como oro y jade, además de diez piezas de bronce “únicas”. La agencia oficial Xinhua ha precisado que este descubrimiento se ha producido gracias a un equipo de arqueólogos formado por expertos de instituciones y universidades de Sichuan y Pekín que trabajan en seis “fosas de sacrificio” de este lugar desde hace dos años.

Con estos nuevos descubrimientos, el número de hallazgos del proyecto asciende a casi 13.000. Entre ellos destacan figuras, campanas y una ornamentada caja de bronce con un objeto de jade verde en su interior cuyas asas tienen forma de cabeza de dragón.

El profesor de la Universidad de Sichuan, Li Haichao, ha resaltado que “no es una exageración afirmar que la vasija es única debido a su forma, la delicadeza de su artesanía y su ingenioso diseño. Aunque no sabemos para qué se usaba, podemos dar por hecho que era un objeto muy valorado”.

En otra de las fosas, los arqueólogos han desenterrado cabezas de bronce con máscaras de oro; una escultura de bronce con cabeza humana y cuerpo de serpiente; un altar de bronce y otras criaturas míticas hechas de ese material, como un dragón con nariz de cerdo.

Esculturas muy complejas e imaginativas

Otro de los miembros del equipo de arqueólogos, el profesor de la Universidad de Pekín, Zhao Hao, ha subrayado que “las esculturas son muy complejas e imaginativas, lo que refleja el mundo de fantasía que imaginaban aquellas personas y demuestra la diversidad y riqueza de la civilización china”.

En los alrededores de las fosas también se han encontrado restos de cenizas, cimientos de antiguas construcciones y vestigios de bambú, soja, juncos, ganado y jabalíes que pudieron ser sacrificados en aquella época.

Las ruinas de Sanxingdui, descubiertas en los años 20 del siglo pasado y consideradas como uno de los grandes hallazgos arqueológicos de esta era, se extienden en un área de doce kilómetros cuadrados en la cuenca del río Yangtze.