Descubren un sistema solar “extraordinario”
Un grupo de científicos halla seis exoplanetas que giran en torno a la estrella HD110067 mediante resonancia orbital.
Un sistema solar que no haya sufrido grandes cambios desde su formación es algo muy poco frecuente, pero hay una estrella a más de cien años luz de la Tierra con esas condiciones. Orbitada por seis planetas, sus secretos empiezan a ser desvelados por la ciencia. La estrella HD110067, en la constelación septentrional de Coma Berenices, ya se conocía, pero no sus exoplanetas. Un equipo encabezado por el astrofísico español Rafael Luque, de la Universidad de Chicago (EE.UU), publica en la revista Nature sus descubrimientos sobre este sistema, que ofrece una visión insólita de la formación y evolución planetaria.
En otras palabras, hay muchísimas estrellas que tienen planetas orbitando a su alrededor, pero los exoplanetas que giran en torno a HD110067 lo hacen de forma sincronizada. De ahí su rareza. A este fenómeno se le conoce como resonancia orbital, que indica que el sistema no ha sufrido grandes cambios en sus millones de años de vida. Los investigadores creen que el hallazgo puede ayudar a comprender la formación planetaria.
Este tipo de resonancia sucede al inicio de la formación de un sistema, pero en los primeros millones de años se suele producir algún proceso caótico, por ejemplo un planeta muy masivo, un encuentro con una estrella cercana o un impacto gigantesco pueden alterar ese cuidadoso equilibrio. En este caso, sus seis planetas guardan esa resonancia siguiendo un ritmo preciso y trazando un patrón único para cada pareja, lo que representa un caso excepcional.
De hecho, en el 99 % de los casos, los planetas se redistribuyen en órbitas “un poco aleatorias”, perdiendo la resonancia, explica Enric Pallé, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y firmante del estudio. El sistema ahora descrito es “extraordinario”, según Pallé, porque ha conservado su configuración desde su formación, lo que demuestra que no ha sufrido grandes cambios desde su inicio, se estima que hace unos mil millones de años.
Además, los seis planetas transitan por delante de su estrella, desde la perspectiva de la Tierra, algo muy poco habitual, lo que unido al gran brillo de su sol convierten este sistema en un pequeño laboratorio o banco de pruebas, coinciden ambos astrofísicos. Estas tres características permitirán a los científicos reconstruir la historia de este sistema, yendo hacia atrás en el tiempo para llegar a establecer, incluso, cómo era el disco de polvo y gas a partir del que se formó, algo que no es posible con planetas que sí se han movido de su órbita, indica Pallé.
No se descarta que en los planetas haya agua
Otras características que han determinado son la masa, tamaño y radio de cada uno, así como que están ubicados demasiado cerca de la estrella como para estar en la llamada zona de habitabilidad, aunque no se descarta que pueda haber agua. Las órbitas se estima que oscilan entre unos nueve días para el planeta más interior y unos 54 días para el más exterior, y los seis exoplanetas son subneptunos, es decir, sus radios están comprendidos entre el de la Tierra y el de Neptuno.
A la espera de que el telescopio espacial James Webb obtenga nuevos datos de sus atmósferas, se sabe que son extensas y “probablemente estén mayoritariamente compuestas por hidrógeno y puede que algo más, que, según Luque, aún no sabemos qué es ni en qué cantidad”.