Advertencia de Niño Becerra a las “empresas españolas”
El catedrático y doctor en Economía pide a las empresas invertir en trabajo, no en activos financieros o reducir pasivos.
Evitar la estacionalidad del trabajo es clave para que una economía prospere para que la productividad prospere, no de una empresa, sino de todo el tejido financiero de un país. Y es precisamente lo que propone el catedrático y doctor en Economía Santiago Niño Becerra.
Una mirada al largo plazo sin pensar sólo en el beneficio a corto plazo. “Desde hace décadas se sabe que el modelo productivo español es intensivo en factor trabajo, no en factor capital, y ademas tiene un elevado grado de estacionalidad. Y, claro, la productividad es baja. ¿Para que han de invertir las empresas de España si ya tienen beneficios ahciendo lo que hacen?”
Una idea con la que coincide con Raymond Torres, director de coyuntura de Funcas, “resulta paradójico que persista un déficit de inversión, cuando las empresas gozan de una posición financiera globalmente saneada tanto en relación al pasado como en comparación con nuestros socios europeos”, detalla.
España, por delante de Francia y Alemania
”La Comisión Europea vaticina que nuestro excedente será el mayor de toda la UE, solo después de Irlanda e Italia (las cuentas de las empresas alemanas se aproximan al equilibrio, mientras que las francesas registran un ligero déficit)”, añade Torres.
“El resultado proviene de la rápida recuperación de los márgenes que contrasta con la moderación de los salarios, de modo que se prevé un incremento de la renta disponible de las empresas (diferencia entre márgenes y remuneraciones) cercano a 30.000 millones. Más que suficiente para financiar el aumento del gasto en inversión, estimado en 11.000 millones”, palabras de Torres que refrenda Niño Becerra.
Lo que deben hacer las empresas españolas
“Las empresas españolas disponen de un abultado colchón de liquidez que utilizan actualmente para adquirir activos financieros o reducir pasivos, y no invirtiendo en capital productivo. Una posición de prudencia en relación a lo que cabría esperar según la teoría, a saber, que las corporaciones incurran en préstamos para complementar la financiación propia de los proyectos de inversión. Este comportamiento podría explicarse en parte por el ciclo de desendeudamiento iniciado tras la crisis financiera”, detalla Torres.
“Este proceso de ‘desapalancamiento’ puede ser largo, sobre todo en el actual contexto de subida de tipos de interés y de incertidumbre global que lastra la confianza, factor clave en las decisiones de inversión”, finaliza.