Este Atleti se siente capaz de todo
Goleada y jolgorio en el Manzanares. La de ayer quedará como una de esas noches que se recuerdan en el tiempo, con un marcador rotundo ante un grande de Europa, el estadio abarrotado y una gran explosión de alegría compartida. El Milán no anda en sus mejores días, pero es el Milán, caramba, con su sala de trofeos rebosante, nombres sonoros en sus filas y esa camiseta como de Visa oro, uniforme de club inequívocamente rico. Muchos de ellos conocidos aquí, normal, en el fútbol tan volátil de estos tiempos en que los jugadores se mueven con facilidad: Kaká, Essien, Robinho, Rami, Abbiati...
Pero fueron destrozados por el Atlético, salvo en un rato de buen juego en el que cayó el gol de Kaká, que hacía el 1-1 y ponía intriga en el devenir de la eliminatoria. Pero eso duró poco. El Atleti recobró los hilos del partido y además fue muy certero. Arda Turan hizo un partido enorme, de gran figura europea. Diego Costa marcó dos goles (lleva siete en cinco partidos en esta competición, 29 en el total de la temporada) y Raúl García coló un cabezazo mortal, confirmando esa eficacia ante el gol que le está permitiendo al Cholo darle descansos programados a Villa. Y el público, haciendo la ola.
Este Atleti parece haber salido definitivamente del bache y desde luego anoche se acostó sintiéndose de nuevo capaz de todo. Este año se cumplen los cuarenta de aquella malhadada final contra el Bayern de Múnich, y no hace mucho me decía Garci que venteaba la repetición de esa final, ahora con signo favorable. El fútbol le debe este título al Atlético y este año tiene derecho a sentirse con posibilidades de cobrárselo. Por ahí van a seguir el Barça (supongo), el Bayern, el Madrid y unos cuantos más, pero tras un partido como el de ayer, ¿quién puede espantar la ilusión de los atléticos?