Un examen parcial a cara o cruz

Aunque Luis Enrique defiende que el partido de esta noche no es el más trascendente de la temporada al tiempo que relativiza la importancia de ser primero o segundo de grupo, lo cierto es que el Barça disputará esta noche en el Camp Nou un señor examen ante el PSG. Obviamente no es un examen final, pero si un parcial muy serio que se juega a cara o cruz. O sale el equipo blaugrana como primero de grupo o como segundo. La simple diferencia entre ganar el partido o no ganarlo. Y la sensación que puede quedar de que el Barça, ante rivales de campanillas, dé la talla o no.

Ampliar

Apunta a partido grande por la concentración de talento que se verá en el campo y por la trascendencia de los puntos. Ambos equipos están clasificados para la siguiente fase, pero hay que discutir el orden.

Para el Barça, más allá del discurso de su técnico, que parece ponerse la tirita antes de producirse la herida, supondría una inyección de autoestima en la más alta esfera europea. Para el PSG, el triunfo supondría romper ese tabú europeo que arrastran y que les condena a un segundo escalón por debajo de los grandes de Europa. Valga como ejemplo que la última vez que visitaron el Camp Nou, lo tenían todo a favor para eliminar al Barcelona y un Messi literalmente cojo les echó de la eliminatoria.

Messi. Como pasó hace dos temporadas, en el argentino está el principal argumento del Barcelona. Y esta vez, no anda ni mucho menos convaleciente. Está de dulce y batiendo récords a golpe de triplete. Junto a él, Luis Enrique alineará a la línea delantera de lujo esperando que Luis Suárez vuelva a ver puerta. Únicamente ha marcado en Champions y pueda convertir su primer gol ante su afición.

En el PSG, la gran amenaza es Ibrahimovic, que tiene en la máxima competición continental su asignatura pendiente. La ausencia de Guardiola en el banquillo catalán le quita morbo al retorno, pero no deja por ello de ser el jugador más peligroso de un equipo que quiere dejar de ser aspirante.

Luis Enrique, ante el dilema del lateral derecho

El Barcelona no podrá contar para el partido decisivo del grupo ni con Rafinha, expulsado en Nicosia la última jornada, ni con Dani Alves, sancionado por acumulación de tarjetas. La ausencia del lateral derecho brasileño abre de nuevo el curioso dilema que vive el equipo blaugrana en esta posición. En buena lógica, los sustitutos naturales para Dani Alves deberían ser el canterano Montoya o el brasileño Douglas, fichado este verano del Sao Paulo. No obstante, ninguno de los dos cuenta con la confianza de Luis Enrique y es incluso improbable que entren en la lista de convocados. Por tanto, la solución pasa por alinear a Bartra como lateral por primera vez esta temporada o bien aprovechar la versatilidad de Adriano, que en ocasiones ha jugado como lateral por la derecha. “Adriano es más ofensivo y Marc nos puede ayudar en defensa. Trataremos de sorprender”, dijo ayer el técnico del Barça.