La tercera ola de la pandemia está atacando y mucho a Portugal. Tras conocerse los resultados oficiales de contagios y fallecidos este pasado miércoles, el país luso ha batido el récord de muertes en un solo día: 293. Además, ya ha superado los 668.000 contagiados por coronavirus desde que se conociese el primer caso confirmado en el país.

Ante esta situación, las ambulancias se agolpan en los aledaños de los hospitales tratando de convertirse en una 'habitación móvil' más para atender a pacientes que no podían ser atendidos en el centro sanitario por el colapso de enfermos que se está produciendo.

El primer ministro enciende las alarmas

Si esto fuese poco, el primer ministro portugués, António Costa, no hizo más que reconocer por la noche en el canal TVI que "las cosas no eran malas, sino terribles". Además, añadió que "Portugal vive sus peores momentos de la pandemia y durará durante algunas semanas más, eso es seguro".

Entre las causas de este aumento de contagios y fallecidos está la relajación de las medidas durante las vacaciones de Navidad, que se añade a la presencia de la nueva variante británica, mucho más contagiosa, en este país vecino de España.

Costa admitió que "hubo errores" y que él no supo transmitir el mensaje a los portugueses: "Es culpa del mensajero, cuando el destinatario del mensaje no lo entiende. No tengo ninguna duda al respecto".

Casi descartado el envío de pacientes a otros países

Asimismo, el primer ministro no ve "tan fácil" que se envíen pacientes a otros países de Europa porque "es diferente para un país que tiene una posición geográfica como Portugal que para un país que está en el centro de Europa, con fronteras a varios países".

Siguen las medidas restrictivas duras

Por último, dejó una esperanza en que las nuevas medidas tomadas empiecen a surgir efecto en los próximos días y comience a doblegarse la curva de contagios y fallecidos. Portugal se encuentra encerrado desde mediados de enero y, desde la semana pasada, están suspendidas las clases presenciales en todas las escuelas. Además de tiendas, bares, restaurantes e instalaciones no esenciales cerradas y limitación de reuniones a los convivientes de una misma familia.

Portugal fue uno de los países que más controlaron la pandemia de la COVID-19 en la primera ola, durante los meses de marzo y abril de 2020. E incluso, algunos eventos, como la 'Final Eight' de Champions, se celebraron en Lisboa. Ahora, la situación en muy distinta y hasta se han cerrado ya las fronteras con España durante, al menos, las próximas dos semanas.