CORONAVIRUS

Uno de cada cinco bulos en WhatsApp tratan de cómo evitar o eliminar la COVID-19

Los remedios caseros para evitar el coronavirus han sido los más difundidos por WhatsApp, así como el consumo de productos de origen natural.

Uno de cada cinco bulos en WhatsApp tratan de cómo evitar o eliminar la COVID-19

La pandemia del coronavirus se alarga y los bulos en internet aumentan, desde informaciones falsas sobre la COVID-19 hasta los remedios para acabar con él. Y es que, uno de cada cinco embustes sobre el coronavirus difundidos por WhatsApp tratan de cómo prevenir o curar la enfermedad que comenzó en la ciudad china de Wuhan.

Así lo ha establecido un estudio realizado por tres investigadoras de la Universitat de València (UV), coordinadas por la catedrática de Periodismo Carolina Moreno, en el que han examinado las diferentes mentiras difundidas por WhatsApp en España durante la pandemia con el fin de descubrir qué sustancias se han promovido para evitarlo.

En la mayoría de los bulos, se promueve el uso y consumo de sustancias de origen natural, normalmente utilizados como remedios caseros para enfermedades como la gripe o los resfriados: Vitamina C, ajo o miel, o inhalar vapor de agua.

Otros embustes, no tan clásicos, han sido no aplicarse cremas hidratantes, ya sea en la cara o el cuerpo, debido a que la COVID-19 podría pegarse a la piel al aplicarlas; hacer gárgaras con antisépticos, desinfectantes o antibacterianos; tomar antimaláricos, como la cloroquina e hidroxicloroquina; e incluso inyectar en la nariz o introducir en la zona nasal aire caliente con un secador.

Este informe, publicado en la revista Gaceta Sanitaria’ y en el que se demuestra que uno de cada cinco bulos, ya fueran de texto, vídeo o audio, trataban de evitar o curar la enfermedad, también ha informado de otras falsedades difundidas por la aplicación chat como la prevención de la infección si nos exponemos al sol, el consumo de una dieta basada en alimentos alcalinos o utilizando un ionizados antivirus en el coche.

Identificar la tipología de los bulos

Carolina Moreno, directora del estudio, ha explicado el por qué de esta investigación: ”El objetivo principal del trabajo fue identificar la tipología de los bulos que estaban circulando por la mensajería privada durante el Estado de Alarma en España por la COVID-19; es decir, cómo llegaban a la ciudadanía estos mensajes virales y sin evidencia científica (a través de imágenes, fotos, audios, textos, etc.), sobre qué tipo de sustancias o acciones se hablaban en los mensajes diseminados; y quiénes trasmitían los mensajes (a través de dos variables: las profesiones y el género del actante)".

Método

Como cuenta la publicación de ‘Gaceta Sanitaria’, para llevar a cabo el estudio, Empar Vengut, Lorena Cano e Isabel Mendoza, sus autoras, habilitaron un número de teléfono “para recibir bulos por WhatsApp. Se recibieron 2353 mensajes, de los que se identificaron y validaron 584 bulos distintos, entre el 18 de marzo y el 18 de abril de 2020. De los 584 bulos, se seleccionó una submuestra de 126 relacionados con el objeto de estudio y se aplicó una ficha de análisis de contenido con 14 campos de registro. Además, se extrajeron las medias y medianas de los campos cuantitativos”.

Resultados

“La mayor parte de los mensajes fueron cadenas de texto (39%) y vídeos (30%). En la mayoría, el sujeto se presentaba como personal médico (36,5%) o como persona anónima (30,9%). Los vídeos tuvieron una duración de entre 2’ 40” y 18’ 18”, mientras que los audios fueron de entre 1’ 35” y 7’ 48”. Con respecto al sexo, se apreció una gran diferencia: el 45,2% de los protagonistas fueron hombres, frente al 13,5% de mujeres; el 41,3% no era identificable”, determina el informe.

Infodemia

Este estudio sirve para que los usuarios no hagan caso de todas las cadenas que se envían a través de WhatsApp ya que podrían perjudicar gravemente la salud de algunas personas, tal y como ocurrió con los bulos difundidos por internet para evitar la COVID-19 por los que se han ocasionado ya más de mil muertes en el mundo.

Los embustes curativos sobre productos tóxicos han sido de las peores ‘fake news’ de la pandemia que han hecho que algunas personas hayan consumido productos como Metanol, desinfectantes, plantas venenosas, orina de camello y vaca, lejía o que hayan llevado a cabo acciones como rociarse el cuerpo con cloro para eliminar la COVID-19.