Brahim y la velocidad absurda
Spaceballs fue una de las mejores películas irreverentes que se mofaban de Star Wars.
En un momento de la histriónica película, el malvado Imperio quiere cazar al prófugo con la princesa de turno y para eso no quieren ir a la velocidad de la luz, sino que llegan a tocar la velocidad absurda, descartando las leyes que Einstein nos desveló sobre la luz.
En estos últimos días que ya no corremos, sino que volamos, Brahim ha superado la velocidad de la luz y ahora parece ser que va por encima de la velocidad absurda.
La carencia de ídolos de hoy en día es notable, pero crear dioses para que jueguen 24 minutos y ya se hable de cesión y Solari ni le convoque para jugar la pachanga contra el Girona, me parece una falta de respeto contra todos.
Hay cosas que por mucho que queramos correr no lo conseguiremos, por ejemplo, dar a luz: se gesta durante nueve meses y punto.
Para crear nuevos dioses, ¿ por qué esta prisa ?, ¿queremos que sean todos como Messi? ¿en serio?
Demos oportunidades a grandes jugadores, dejen de quejarse cuando Coutinho pierde un balón y disfrutemos del deporte y respetemos a los deportistas que seguro que son mejor, que todos los que nos apalancamos en un sofa comiendo patatas.