Jon Jones habría dado positivo en agosto y septiembre
El peleador, que aparecerá en el UFC 232 ante Alexander Gustafsson por el título semipesado, está bajo el ojo del huracán por su otro caso de doping.
La polémica ha vuelto a la carrera de Jon Jones. El excampeón semipesado de la UFC dio positivo en un examen anti-doping el pasado 9 de diciembre por residuos de turinabol, un esteroide de ingesta oral, lo que marca la tercera vez en su carrera en la que presenta resultados anómalos en un control de sustancias prohibidas. Debido a ello, la UFC cambió la sede de su función 232, en la que Jones enfrentaría a Alexander Gustafsson; ya no será en Las Vegas, pues la Comisión Atlética de Nevada no le permitió pelear en la 'Ciudad del Pecado' mientras la USADA (agencia antidopaje de Estados Unidos) concluya los análisis de las muestras; la función sea realizará en Forum de Inglewood (California), con el combate Jones vs Gustafsson como evento estelar.
La USADA decidió no suspender a Jones, al considerar que los 60-80 picogramos de turinabol podrían tratarse de un residuo de su último dopaje, encontrado en agosto de 2017 tras su victoria contra Daniel Cormier, misma que fue anulada, por lo que Jones fue despojado del título semipesado de la UFC. Por ende, los resultados de agosto y septiembre de 2018 también podrían ser restos de aquella ingesta. "Un picograma es un trillón de gramo. Si pones un grano de sal en la mesa y lo divides en 50 millones de piezas, un picrogramo es una de esas piezas", zanjó Novitzky para demostrar, según su óptica, que Jones no violó el código anti-dopaje. Pero la historia no terminará en el octágono contra Gustafsson.