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Cristiano, nunca te quisieron

Miami

Te compró Calderón, que no Florentino, y ganaste mucho dinero y Champions. Eso sí, Ligas, dos de nuevo.

Sin embargo, el amor no se compra y no está en venta. El amor no se compra en Amazon ni El Corte Inglés. Tampoco los abrazos, los besos, y tantas otras cosas que no están en venta y menos en rebajas.

El amor o te lo regalan porque te lo mereces y te lo ganas, o no puedes comprarlo como un Ferrari o aviones privados.

El Bernabéu nunca se creyó las cuatro veces que corearon tu nombre. Hecho que tú les imploraste que hicieran, no te olvides.

Messi ya no sólo es amado, es querido, amado e idolatrado y como él tantos otros: Baresi (que no Maldini), Baggio (allí donde iba), Iniesta (sin comentarios), Seedorf (aplaudido en el Camp Nou), Gascoigne, Lineker, Fowler, Gullit, Van Basten, Quini, Cruyff, Maradona, Pelé, Higuita, Valderrama, Hugo Sánchez, el Principito, Batigol, Cantona, Zidane (aunque le diera igual), Raúl, Casillas (que no hay plazas en su nombre, sigue siendo un delito), Xavi, Puyol, Ronaldo 'El Gordo', Ronaldinho y tantos otros.

Otro capítulo aparte es la casi siempre lamentable actuación de los clubes que no supieron despedirlos como merecieron.

Mención aparte son los raros. Incluso a los más raros se les ha intentado querer, como a Víctor Valdes, pero cuando no quieres que te quieran, estás enfadado con el mundo y te da igual todo, también la gente deja de quererte e incluso te olvidan rapidito. Y Valdés ha sido el mejor portero de la historia del Barça. Poca broma.

Los ídolos suben, crecen y mueren cada vez más rápido y, como decía aquella mediocre película, “nadie se acordará de nosotros cuando hayamos muerto”

Hubo más admiración y principios de amor durante los cinco minutos después de la chilena mágica que hiciste en Turín, que durante nueve años de “aplaudidme y queredme, que soy muy bueno” en el Bernabéu.

Pues eso, que gracias por todo y ahora a jugar en un equipo que lleva ganando la Liga italiana por inercia, una Liga abandonada desde hace demasiados años, cubierta de polvo y con ganas de adoptar a ídolos caídos como hizo el Milan con 'Ronnie' y que ahora la Juve hace con el otro.