Van pasando los fines de semana como muertos vivientes
Con un Yago Aspas que merece llevar el nueve en la selección española en el Mundial (si se llamara Yaguiño Aspinha, los clubes de Europa se lo birlarían de las manos), hemos visto un Barcelona que empata por cansancio.
Ver a André Gomes jugando de central, sí, querido amigo lector, sí, de central, y verle perder la pelota en el centro del campo con el consiguiente contraataque del Celta que se ha convertido en el empate, es para apagar la tele y ponerse ver alguna serie de esas de Netflix que nunca acabas de ver porque te quedas dormido.
Cuando ves los pases que hacen los jugadores normales y te imaginas que a Iniesta le quedan cinco partidos con el Barcelona, te caen las lágrimas. ¡Qué va a ser de nosotros en este oasis que se nos avecina, qué será del fútbol, amigas y amigos!
En el partido del fin de semana contra el Valencia se demostró que el público está enfadado con el equipo y con Valverde y la única carambola que podría pasar es la siguiente: que al Madrid le elimine el Bayern y que el siguiente partido, que es el Clásico en el Camp Nou, el Barcelona se proclame campeón de Liga. Aunque también podría pasar que el Madrid llegara clasificado para la final Champions y le ganará al Barcelona en el Camp Nou.
Qué noventa minutos de crisis nos esperan.