A diez puntos
Qué cosas más raras pasan en este mundo. Hace menos de tres meses, el Madrid apalizaba al Barça en una Supercopa de España escandalosa. Una humillación de las que pocos podrían olvidar.
Y de repente, un suspiro, un momento, un grito. De repente, el Universo volvió a girar a favor del fútbol y arrebataba a la Diosa Fortuna (aliada con Zidane) el liderazgo de este, nuestro planeta.
Y Ronaldo dejó de marcar, y el Barça, incluso sin querer, ganaba partidos, Luis Suárez metía miles de goles y Ronaldo seguía con uno, Zidane no atinaba en los cambios y Valverde tampoco pero por lo menos este último ganaba, todo el rato. Paulinho lleva más goles que la BBC y menos mal que nos queda el Valencia sino todo sería muy aburrido.
Que a estas alturas de la película, el Barça esté liderando la Liga con diez puntos de diferencia respecto al Madrid y que nadie se vuelva loco, es, por lo menos, sintomático.
Sintomático de una sociedad que esta harta de fútbol sin competitividad suficiente y en la que se ven muchos espacios vacíos en los campos, precisamente porque los horarios y el nivel están mal hechos. Sí, es terrible pero es así, el fútbol aguanta y aguantará mucho más.
Llega la Champions, la afición del Atleti abronca a Antoine, Cristiano lleva tanto desaparecido que no es novedad y Alcácer crea oportunidades que luego Luis Suárez remata. El mundo esta loco, ¿verdad?.
Parece que diez puntos son pocos pero ahora mismo son una eternidad.