¡Fíchenlos a todos!
Ahora mismo, el Barça es el hazmerreír del mundo porque ha perdido a una estrella. Una mucha más marca que un producto, pero bueno, Neymar ya es pasado y los fantasmas no marcan goles.
Honestamente, me da igual la forma y lo que ha pasado.
Que si fue el padre de Neymar, el hijo, el nieto o la abuela que fuma. Nadie se acordará de esto.
¿Ha traicionado Neymar al Barça? ¿es otro caso Figo? ¿hasta el DJ Martin Solveig lo sabía el 22 de julio porque Neymar se lo dijo de fiesta en Ibiza? ¿que Alves, en vez de ir al City se quedó en Paris porque el mismo Neymar se lo dijo?... es que da igual.
Lo único que cuenta es que en breve, el árbitro de turno pitará el inicio de la Supercopa de España y unos días más tarde empezará la Liga y al balón, no le importa nada todas estas chorradas.
Al balón solo le importa saber el jugador que lo patea y cabecea, lo demás, se olvidará justo en el momento del primer pitido.
Además, en los tiempos de la postverdad en los que nos movemos, incluso importa mucho menos, porque las palabras, hoy en día, valen casi cero.
¿Qué es lo que queda? ¿lo neto neto? Lo único que le queda al Barça es la capacidad de poder fichar a quien quiera.
Entonces ¿qué es lo que tiene que hacer el Barça?
En primer lugar, felicidades por no pagar los 26 millones que el padre del susodicho quería cobrar por renovar. Manda narices.
Segundo, fichad a estrellas y fichad a ídolos que cuando mimen el balón nos hagan sentir que el Barça es el mejor equipo del mundo.
Por tanto, fichadlos a todos.
A Coutinho, a Dembélé, a Mbappé, a Dybala... fichadlos a todos.
Arrasad como Daenerys Targaryen arrasa con sus dragones en Juego de Tronos.
No hay tiempo para discursos ni opiniones, es el momento para que todo el mundo recuerde que somos el Barça y que fue Neymar el que dio el empujón para reforzarnos como nunca.
Sin piedad, sacad toda la fuerza que tiene el Barça y cread un Barça que haga temblar a todo el mundo.
Será por dinero.