Regalo al Real Madrid y Luis Suárez es Ulises
Es que no hay un partido que no pase algo. Un pedazo de fuera de juego clamoroso que, qué casualidad, le daba el primer gol al Madrid. Otro regalo más. Otro empujón para ganar un partido en el que no se sabe, qué hubiera pasado.
Cierto es que Toquero y sus amigos no se han creído en ningún momento que podían ganar al Madrid. Un poco de fervor, de vez en cuando, no iría mal. Que la vida son dos días.
Por su parte, Suárez se ha dejado dos años de vida y me da igual lo que digan los podómetros digitales de la tele sobre la distancia corrida.
Hoy Suárez ha corrido mil millones de años luz y se ha peleado con molinos gigantes y polifemos de islas deshabitadas. Una bestia.
Por un momento Boga, me ha recordado a Weah en algunos momentos, con gol incluido.
Por su parte, Neymar, cierto es que regatea hasta su sombra y no atina a meter un gol. Mientras en Brasil, mete goles como soles, vaselinas incluidas, en Barcelona no lo acaba de ver.
Calla, que ya había escrito la crónica y Neymar ha marcado en el último minuto, qué narices tiene. Y por lo que veo es a pase de Alcácer. Qué tarde más raruna.
No ayuda, que a sus defensores no le saquen tarjetas. Jaime Latre, el árbitro, parece que no ha visto las doscientas faltas que le han hecho. Debe ser corto de vista. En fin.
Alcácer, ese pequeño gigante, ha hecho lo que tendría que llevar haciendo desde finales de agosto: meter goles.
Iniesta allí donde va, triunfa. El anti héroe del fútbol. Ese calvito cabezón imposible de odiar y solo amar. El que nos dio ese mundial de ensueño, ha salido y ha reinado en Granada, como Boabdil pero de Albacete.
He visto el calendario del mes de abril y vamos a tener fútbol hasta que nos cansemos. Voy a ver lo que ha hecho el Bayern, que es lo que nos importa, no te engañes.