¡¡¡A la final!!!

Si dividimos la eliminatoria en cuatro tiempos, en el primero dimos un baño al Atlético de Madrid, en el segundo no vimos la bola, en el tercero nos quedamos en el vestuario y en el cuarto nos lo hemos pasado rezando para que Gameiro fallara un penalti inexistente... y falló el tío. El espíritu de Pantic nos perseguía. Los viejales me entienden.

Gil Manzano, sin que nadie se lo pidiera, se volvió loco y que conste que esta vez, los jugadores de los dos equipos se han portado muy bien. No ha habido broncas ni malas actitudes.

Total, que el bueno de Jesús Gil, así se llama, ha empezado a sacar tarjetas y ha querido quedarse solo en el campo y casi lo consigue.

Cillessen dirigió, organizó, paró... no he visto un jugador así en mi vida, una mezcla de Baresi, Buffon y Baggio. En versión al ralentí. El hombre hace lo que puede.

Expulsión injusta a Luis Suárez que se está girando y no ve a Koke. Sergi Roberto pecó de principiante: "Un poco de ojo, hombre, que nos has dejado a dos velas faltando media hora"

Messi, estaba jugando con los ángeles e iba surcando los cielos como Neo en Matrix y por un momento ha aterrizado en el campo y ha creado materia de la nada.

Me ha recordado a ese gol de Caniggia de Argentina contra Brasil en el Mundial 90. Maradona se llevó a seis jugadores de Brasil e hizo aquel pase de otra galaxia a Caniggia que remató a placer. Esta vez no ha sido un pase, fue un cañonazo de Messi y Suárez empujó el gol.

Al dato, tres penalties han pitado al Barça esta temporada: en la Súper Copa lo paró Bravo, contra el City lo paró Ter Stegen y hoy, Cillessen lo paró con la mirada

Por último, todos tenemos amigos madridistas, como yo tengo a Antonio, Jeinny, Joe, Rafa, César, Manuel, Jesús, Cedric, Gonzalo, Isa, Bea, Guillermo... ¿nos vemos en la final, no?