Lo de la FIFA no es un escándalo, es un escandalazo
Los nipones, que no han ganado ninguna de las competiciones prestigiosas de ningún continente y que eran invitados locales, en un alarde de fuerza y bravura, tutearon a un descafeinado "ya-si-eso-me-envuelves-la-copa-para-regalo-sin-jugar-2016" Real Madrid.
Y cómo no, él, Sergio Ramos, da igual lo que haga, a quien dé patadas o con quien se encare, lo ha vuelto a hacer.
Ha dado un patadón a Mu (el gran Mu) en el 89, que le suponía la clara segunda amarilla y pa' las duchas.
El árbitro Sikazwe pita falta, se pone la mano en el bolsillo de las tarjetas para enseñarle la segunda amarilla y "tachánnnnn" no se la saca. En un acto de cobardía inolvidable.
Estimado lector, te propongo una caterva de posibilidades que el buen colegiado ha podido recibir en su pinganillo de la oreja izquierda cuando se disponía a sacarle la roja a Ramos y que le ha dejado pa-ra-li-za-do:
A: pshh nene, esa mano quieta y ni se te ocurra sacarle tarjeta.
B: ¿¿¿¿dónde vas???? como le saques Roja a Ramos no pitas ni en el FIFA.
C: queridísimo, muy atento a lo que vas a hacer, no te pongas estupendo
D: eyyyy jefe, que sabemos dónde vives, esa mano que no saque ninguna tarjeta, quieto y parado.
E: A, B, C, D son correctas.
El gran Raphael ya lo vaticinó hace varios lustros: Escándalo, es un escándalo.
¿Será posible que ya todo vale? ¿Será posible que este sin vivir dure mucho más?
No se puede tener menos verguenza.