Volver al pasado siempre es malo
En el fútbol, como en tantas cosas de la vida, volver al pasado casi siempre es malo. Esa es la explicación más sencilla posible del error que comete la USSF (United States Soccer Federation) al volver a apostar por Bruce Arena.
Tras fracasar en el Mundial de 2006, el presidente de la federación estadounidense Sunil Gulati explicó que no renovarían a Arena tras 8 años “por buscar sangre nueva”. ¿Tiene sentido alguno revertir aquella decisión una década después?
Bien es cierto que en cuanto a números, Arena es el mejor seleccionador de la historia de la selección de las barras y las estrellas: 71 victorias, 30 derrotas y 29 empates y un ratio de victorias del 65,7%. También se le adjudica el hecho de hacer de USA una selección respetada, sobre todo tras alcanzar los cuartos de final del Mundial en 2002. ¿Pero presenta mejora alguna respecto a Klinsmann?
La respuesta es un simple ‘no’. Klinsmann, de haber estado ocho años al frente del equipo, tendría unos números similares y ostentaba un porcentaje casi idéntico a Arena: 63,8%.
La principal diferencia entre ambos es el naufragio del alemán en la última Copa de Oro, perdiendo prestigio frente a México en la lucha por ser la principal potencia de Norteamérica. Respecto a Mundiales, Klisnmann no alcanzó los cuartos de final, pero sí dejó fuera a potencias como Portugal y Ghana en 2014.
Otro pecado para la USSF es el poco ‘cariño’ que el germano ha dado a la MLS por decantarse por futbolistas nacidos en Alemania como Jermaine Jones, Fabian Johnson, John Brooks y Julian Green, entre otros... ¿Pero se imaginan lo poco atractivo y competitivo que resultaría este Team USA sin ellos?
La dejadez de Estados Unidos en la dura derrota frente a Costa Rica era preocupante y es normal que llevara al despido de Klinsmann. Pero volver al pasado (y a un técnico que no conoce Europa) es un grave error.