Creemos que comer manzanas basta para bajar de peso pero hay una variable clave que se nos pasa a muchos por alto
A pesar de tratarse de una fruta muy saludable y útil para reducir nuestro porcentaje graso, hay que tener cuidado con el momento en el que se consume.
En la búsqueda infinita del cuidado y el mantenimiento de un buen estado de salud, han surgido numerosos métodos, alimentos y productos que han sido catalogados como ‘milagrosos’ pero que, con el paso del tiempo y el aumento de la información a la que se puede acceder, desaparecieron al mismo ritmo que surgieron en la vida de cientos de personas.
Sin embargo, hay ciertos alimentos que han sido capaces de sobreponerse al inevitable paso del tiempo y que, gracias a sus propiedades y numerosos beneficios para el organismo, se han establecido como un aliado perfecto para, en este caso, bajar de peso y mantener un porcentaje graso lo más estable y saludable posible.
Estamos hablando de las manzanas. Se trata de una fruta que contiene muy pocas calorías y que, al mismo tiempo, ofrece una sensación de saciedad que la convierte en un imprescindible en la mayor parte de las dietas que tienen como objetivo final perder peso. Además, su consumo regular permite controlar el apetito, estabilizar los niveles de azúcar en sangre y potenciar el metabolismo.
Según los expertos, el momento en el que se come una manzana influye mucho en sus beneficios a posteriori. Varios estudios demuestran que consumir esta fruta una o dos horas antes de una comida permite aumentar la sensación de saciedad, lo que, irremediablemente, hace que se coman menos calorías, fomentando la pérdida de grasa y la consecuente bajada de peso corporal.
Esto también aplica al entrenamiento. Sin embargo, en relación con este aspecto hay dos posturas: por un lado, quienes la consumen varias horas antes de realizar actividad física y, por el otro, los que optan por tirar de ella justo después de terminar el ejercicio en cuestión. “Hay gente que prefiere comer una manzana dos o tres horas antes de entrenar, dando a su cuerpo tiempo para digerirla y usar la fibra. Otros, sin embargo, prefieren comer una manzana después de entrenar para obtener energía”, explica el dietista Ashley Koff.
La manzana es saludable... Pero no a cualquier hora
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Pese a los numerosos beneficios asociados a la ingesta de manzanas, conviene tener en cuenta una clave que muchas personas suelen pasar por alto. Aunque se trata de una fruta saludable, muchos nutricionistas advierten que comer una manzana antes de dormir puede provocar que, al ralentizarse el metabolismo, el azúcar de la fruta se convierta en grasa más rápido.
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