CASAS REALES

Los miembros de la realeza que renunciaron a sus títulos por amor

La dejación de los títulos reales por parte del príncipe Harry y Meghan Markle fue una de las más sonadas, pero no la única a lo largo de la historia.

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Los miembros de la realeza que renunciaron a sus títulos por amor

Durante cientos de años, las casas reales de todo el mundo concertaban matrimonios de conveniencia entre sus descendentes para unir familias y así poder aumentar su control territorial con el paso de las generaciones. Muchas veces, ni siquiera había espacio para el amor al existir grandes diferencias de edad o, incluso, contrayentes que no se conocían hasta el día de su boda.

Sin embargo, los años han pasado y, en la actualidad, hay espacio para el cariño y el afecto. De hecho, tanto que existen miembros de las distintas familias reales que han renunciado a los privilegios adquiridos por nacimiento únicamente por amor.

El caso más sonado en los últimos años fue el del príncipe Harry y su mujer, Meghan Markle. El nieto de la reina Isabel II y la exactriz, divorciada de su primer matrimonio, comunicaron en 2020 que querían “dar un paso atrás como miembros de la Familia Real y trabajar para ser financieramente independientes”. Después de algunas complicaciones, la difunta monarca finalmente aceptó.

Otro precedente en la familia real británica

No hay que irse mucho más lejos para tener otro ejemplo de renuncia por amor en la familia real británica. Fue el precedente de Eduardo VIII, el tío de Isabel II, quien renunció al trono que había heredado tan solo 362 días antes para casarse con Wallis Simpson, una mujer dos veces divorciada.

Los ministros de Reino Unido no estaban dispuestos a aceptar el casamiento entre el rey y Wallis Simpson, por lo que Eduardo VIII no tuvo más remedio que abdicar para poder casarse “con la mujer que amaba”.

Ejemplos en Japón

Dos mujeres, curiosamente tía y sobrina, renunciaron también a sus derechos por pertenecer a la familia real japonesa ya en pleno siglo XXI. La princesa Sayako, hija del emperador Akihito, nació sin poder acceder al trono del país del sol naciente al existir una ley sálica que impide que las féminas se conviertan en reinas.

En 2005, la que hasta ese momento había sido considerada como Alteza Imperial, perdía todo tratamiento el día de su boda con el funcionario Yoshiki Kuroda. Sayako dio un paso al lado el día de su compromiso con su actual marido y confirmó la eliminación de sus títulos nobiliarios el día de la ceremonia.

Un ejemplo parecido es el de la princesa Mako, hija de Akishino, actual príncipe heredero al trono ocupado por su hermano Naruhito. Mako se casó en 2021 con Kei Komuro, un compañero de la universidad de clase plebeya, con lo que todos los títulos que estaban a su disposición le fueron suprimidos.

Un caso diferente

Friso de Holanda renunció con su boda a su posición en la línea sucesoria, pero no le retiraron todos los títulos que le correspondían. Su enlace con Mabel Martine Wisse no fue aceptado por el Parlamento de los Países Bajos al haber tenido una relación con un narcotraficante. No obstante, hasta su muerte en 2013, mantuvo el condado de Orange-Nassau.