La infusión que ayuda a realizar la digestión además de regular el azúcar en sangre: una gran fuente de vitamina C

Muchas veces no se trata de magia ni de alquimia, sino de una alimentación correcta. La clave para que el organismo goce de una buena salud y afronte el paso de los años como una cuestión numérica y no vital se encuentra en el control de aquello que uno ingiere. Tanto bebidas como comidas. Juegan en el primer apartado un papel fundamental las infusiones, cuyas propiedades, dependiendo del tipo escogido, están ampliamente documentadas y, además, no resultan ajenas a la sociedad.

No obstante, más allá de las tipologías clásicas, hallar infusiones diferentes que puedan contribuir de manera beneficiosa al cuerpo es todo un reto que, si uno investiga, puede resolver de manera sencilla. Una de las que pueden aparecer en este horizonte de búsqueda saludable es la infusión de salvia y pomelo, que, tal y como indica El Heraldo de Aragón, contiene antioxidantes y compuestos digestivos que convierten cada sorbo en una auténtica bendición nutritiva para el organismo.

Un sinfín de propiedades

El secreto se encuentra en las ventajas de sus componentes. La salvia, que procede de la región mediterránea, ha sido desde los albores de la humanidad una planta clave en la medicina tradicional: sus hojas contienen flavonoides y aceites esenciales, lo que genera unas propiedades antibacterianas, antifúngicas y antivirales que, sumadas al potente antiinflamatorio que de por sí es la salvia, hacen de este un ingrediente absolutamente clave en el día a día. Por otro lado, el pomelo, fuente natural de vitamina C, aporta un rico sabor que da un giro delicioso a tan beneficiosa receta.

Traducido a un lenguaje cotidiano, esta infusión, amén de lo explicado en el párrafo anterior, presenta una alta capacidad para regular el azúcar en sangre y favorecer su circulación, lo que, al mismo tiempo, abre los vasos sanguíneos y evita problemas de hipertensión. Además, mejora la función cognitiva y la memoria, cualidades imprescindibles para alejar cualquier tipo de enfermedad neurodegenerativa. Pero no queda ahí: mejora la digestión y alivia problemas gastrointestinales, fortalece el sistema inmunológico, cuida la salud bucal y ayuda a reducir el dolor de muelas. Podría decirse que no hay nada que esta infusión no haga.

Si bien es cierto que puede tomarse en cualquier momento del día, quizá lo más aconsejable sea ingerirla por la noche por su última propiedad, que es un clásico de las infusiones: reduce el estrés y la ansiedad, combate el insomnio y favorece la conciliación del sueño. Una taza y a dormir.

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