GASTRONOMÍA

La ensalada especial de Karlos Arguiñano que lo tiene todo

El famoso cocinero vasco elabora una nutritiva ensalada de espinacas con queso y albaricoques, pasta y anacardos que es una verdadera delicia.

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Ensalada especial de Karlos Arguiñano.

“En las ensaladas cabe de todo”. Con esta afirmación, Karlos Arguiñano presenta su ensalada de espinacas con queso y albaricoques, pasta y anacardos. Un plato con un elevado aporte nutricional gracias a sus muchos y variados ingredientes, que convierten la propuesta del chef vasco en un plato difícil de ignorar

Por ejemplo tenemos las espinacas, que son una verdura de hoja verde rica en fibra, minerales y vitaminas. También destaca el aporte de proteínas gracias al queso, de hidratos de carbono como consecuencia de incluir pasta o de vitaminas con la presencia de fruta. Además, añadir frutos secos a la ensalada como nueces, anacardos o piñones, hace que la receta sea todavía más completa.

Ingredientes (4 personas):

- 200 g de espinacas limpias (hojas pequeñas)

- 80 g de espirales de pasta

- 200 g de queso manchego semi-curado

- 6 albaricoques

- 30 g de anacardos tostados

Para la vinagreta:

- 1 cucharada de semillas de amapola

- 1 cucharadita de pimentón dulce

- zumo de 1 limón

- aceite de oliva virgen extra

Elaboración paso a paso

- Pon agua a calentar en una cazuela. Cuando empiece a hervir, agrega la pasta y una pizca de sal, y cuécela durante 10-12 minutos. Retira, refresca y resérvala.

- Para la vinagreta, pon en un bol el pimentón, las semillas de amapola, el zumo de 1 limón, 4 cucharadas de aceite y una pizca de sal. Mezcla bien y reserva.

- Lava los albaricoques, córtalos en gajos y resérvalos.

- Retira la corteza del trozo de queso y córtalo en triángulos.

- Sazona las espinacas, agrega la pasta, vierte una cucharada del aliño y mezcla bien.

- Reparte la mezcla en 4 platos, pon encima los gajos de albaricoque. Agrega los triángulos de queso y salpica todo con los anacardos. Adereza la ensalada con el resto del aliño y sirve.

- Es importante que los albaricoques hayan madurado bien porque de lo contrario apenas tendrán sabor.