Irving insiste contra la vacuna: “Es una de las mayores violaciones de los derechos humanos”

El base de los Brooklyn Nets, Kyrie Irving, ha vuelto a posicionarse en contra de la vacunación obligatoria contra el coronavirus en un tuit que ha publicado durante la tarde de hoy. La estrella de la NBA, uno de los más críticos contra el antídoto, se ha mantenido siempre fiel a su postura a pesar de los daños que le ha generado en su carrera deportiva, al igual que a otros deportistas como Novak Djokovic.

La reacción ha venido a responder a la eliminación de la norma que le impidió jugar más de 29 partidos durante la temporada pasada. El estado de Nueva York les negaba el acceso a los pabellones a las personas sin vacunar, por lo que Kyrie no pudo disputar ninguno de sus partidos en casa.

“Si puedo trabajar sin estar vacunado, entonces todos mis hermanos y hermanas que no están vacunados deberían poder hacer lo mismo, sin ser discriminados, vilipendiados o despedidos”, ha escrito.

El base, además, ha añadido que “la vacunación obligatoria es una de las mayores violaciones de los derechos humanos de la historia”. Sin embargo, a pesar de que sí existen normativas limitantes para las personas que no se han vacunado, la dosis contra la COVID-19 no es obligatoria.

Irving pide libertad para elegir

El base norteamericano, ganador de la NBA en 2016 junto con LeBron James en los Cleveland Cavaliers, explicó en un vídeo hace aproximadamente un año su postura con respecto a la vacunación. “Si quieres vacunarte, te apoyo. Si eliges no vacunarte, te apoyo. Haz lo que creas mejor para ti”, expresó.

Ni siquiera una lesión de su compañero, la estrella Kevin Durant, durante la temporada le hizo cambiar de idea. “Nada está garantizado en el mundo en este momento. La gente está enfermando por todos los lados. Yo solo estoy tratando de dar lo que pueda en esta situación sin hablar de más mierda”, afirmó Kyrie.

Según el entorno del baloncestista, su negativa a inocularse se debe a que piensa que la pandemia es un plan de Satán para enganchar a la comunidad negra a un superordenador que les controle.