ENTREVISTA AS

Gorka Otxoa: “La comedia debe ser libre y no tener límites”

El intérprete vasco habla con Diario AS sobre la relación entre el fútbol y el cine, la evolución del humor en España y el éxito de ‘Machos Alfa’ más allá de la pantalla.

Gorka Otxoa: “La comedia debe ser libre y no tener límites”

Hubo hace algunos años una cuadrilla vasca que revolucionó el humor en España. Eran imparciales e ingeniosos; sencillos, directos y con un punto de sinvergonzonería que hizo de sus sketches un auténtico éxito sustentado en el reflejo, a medio camino entre la fidelidad y la comicidad, de la realidad española y vascuence de principios del siglo XXI. Gorka Otxoa (Donostia, 1979) era uno de ellos.

Cuando la mítica serie echó abajo la persiana metálica, Otxoa inició su periplo artístico a través de un incontable número de producciones y obras teatrales que terminaron por forjar su original manera de contemplar la comedia: desde la verdad y haciendo de la risa y la lágrima una fraternidad indivisible. De situación y sobre lo cotidiano, como una sitcom, como el teatro griego.

En plenas vacaciones, y tras su reciente participación en Brugal The Show, donde se deshizo en el relato de agradables anécdotas sobre sus experiencias en rodajes, atiende a Diario AS. Desde Brasil, con el Atlántico de por medio, echa la vista atrás y recuerda, además de los días de Vaya Semanita, su infancia arropada por el frío y la bandera de la Real Sociedad. Cavila sobre fútbol y cine; esto es, sobre su vida.

- ¿Qué te parece esta Selección de fuerte ADN txuri-urdin?

- Demuestra que la Real ha crecido muchísimo en los últimos años; es el equipo con más jugadores en la Selección. Mi Real de toda la vida. Esto es algo que no habíamos vivido desde hace mucho. Estamos batiendo récords con Imanol, Olabe, con este equipazo y estos jugadores que son ya históricos. Una muestra más de lo bien que se están haciendo las cosas y de que este equipo está creciendo mucho. También a nivel europeo.

- ¿Cuál es tu historia con la Real Sociedad?

- Como buen donostiarra que soy tengo todo el pack: tamborrada, txistorra, Santo Tomás... Desde pequeñito era de la Real. Tengo fotos uniformado con cinco añitos. Empezamos a ir con los del cole porque regalaban invitaciones: íbamos 15 ó 20 a la antigua Atocha, un campo mítico, enano. Era una caja de cerillas y había una presión... Ir a un partido en Atocha era todo un evento. Tendríamos unos 14 años cuando se cambió a Anoeta. Varios de nosotros nos hicimos socios. Y hasta hoy.

Aunque lleve 20 años viviendo en Madrid, cuando puedo me escapo a Donostia a ver a la familia, amigos, a mis sobrinas. Y el mar. Tantas cosas... E Intento que cuadre con algún partido y verlo. Viajo también. Este año he estado en varios por Europa viendo a la Real en la Champions y fueron impresionantes.

Siento los colores y siento el escudo de una manera muy especial. He tenido incluso la suerte de ir a la final de Copa del Rey. Fue en pandemia, sin público; colaboré en un directo desde la Cartuja y retransmitiendo el partido. Como un aficionado, no como un periodista (ríe). Como los ojos de la afición que no podía estar ahí. Luego estuve en el hotel, en la fiesta del equipo. Conozco a algunos jugadores. Es algo muy especial lo que siento por la Real.

- ¿Quién fue tu primer ídolo futbolístico?

- Arconada, que es uno de los míticos que ganó las ligas. Más adelante, cuando ganaron la Copa, Bakero, Txiki y demás. Luego algunos se fueron por ahí y dejaron de ser tan ídolos (ríe). Uno que he conocido de mayor, hace poco, que se encarga de los clubes convenidos, es Loinaz. Me acuerdo que en Atocha, en los primeros partidos que iba a ver, entraba y el primer balón que tocaba, entraba. Solía jugar mucho de suplente, pero era un 9 nato. Metía goles...

- ¿Y cinematográfico?

- Robert De Niro. Hubo una serie de películas que vi seguidas de pequeño en las que me pareció un actorazo. Hay muchos, pero por decir uno, diría ese.

- ¿Alguna vez has utilizado algún motivo futbolístico para inspirarte en alguna de tus grabaciones?

- Conscientemente no, porque nunca he hecho a ningún personaje aficionado o que tenga una pasión deportiva, pero inconscientemente... Tenemos todo en la mochila de nuestras vivencias y luego vamos tirando de eso para crear personajes, matices y demás. Seguro que está ahí.

Siento los colores y el escudo de una manera muy especial

Gorka Otxoa

- ¿Qué relación tienen el fútbol y el arte dramático?

- La pasión. Son muy diferentes, pero probablemente mis dos grandes pasiones. Una de ellas además es mi trabajo, con lo cual me siento super afortunado. Luego tiene mucho que ver porque hay cada futbolista que le da mil vueltas a muchos actores (ríe). Son unos teatreros. Actores natos, madre mía.

- ¿Te sientes más cómodo en el drama o en la comedia?

- La verdad es que no las diferencio tal cual. Me gusta mucho la mezcla de las dos. De hecho, la comedia que me gusta es una comedia de personajes que sufren, que la cagan, que se meten en jardines... No me gustan las de chistes. Ni como espectador, ni como actor. Me parece súper interesante el terreno intermedio, esa delgada línea: poder hacer una secuencia en la que la gente se ríe y luego llora, en la que a algunos le produzca nostalgia y a otros risa. Ese terreno me parece súper enriquecedor. Intento trabajar desde la verdad siempre y el resultado depende de cómo lo viva el espectador. La comedia de situación muchas veces es dramática.

- ¿Ha cambiado la manera de hacer humor en España en los últimos años?

- No creo que haya cambiado mucho. La comedia española ha sido siempre de los géneros que mejor ha funcionado en taquilla. Incluso se ha exportado mucho: se dice mucho que la comedia no se puede exportar, pero junto al terror es lo que más viaja. Creo que se hacen grandes comedias, otras no me gustan tanto, pero tiene que haber de todo y, además, hay espectadores para todo. Si llevan millones de espectadores a las salas, bienvenido sea. La comedia lleva décadas funcionando dentro de la crisis eterna del cine.

- ¿Las personas que se dedican a la comedia se autocensuran más que antes?

- Por desgracia creo que sí. Hemos retrocedido mucho. Hay una especie de autocensura por miedo a la censura que puede llegar después, a los boicots y a los haters en Twitter. Es bastante triste porque la comedia debe ser libre y no tiene que tener límites. Luego tú la puedes consumir o no; te puede parecer zafia, desagradable, pero no se puede prohibir. Nadie por hacer comedia tiene que pasar por la Audiencia Nacional, ni le puede denunciar la asociación de tal ni el partido de cual porque entonces siempre hay un ofendido, alguien que tiene derecho a criticarte y prohibirte hacer humor sobre su colectivo, su persona o lo que a él le ofenda. Creo que la sátira y la comedia no pueden tener límites porque si no nos vamos a la mierda.

- ¿Hoy sería posible un programa como Vaya Semanita?

- Creo que no. Ahora mismo Vaya Semanita tendría muchísimos problemas. Los guionistas, o nosotros, estaríamos desfilando en el juzgado cada dos por tres (ríe). Creo que se ha radicalizado el tema de hacer humor político. Hay muchísima crispación provocada por un lado extremo, en este caso de derecha, que a través de Twitter o de partidos políticos están encima de todo.

Vaya Semanita fue algo que gustó a todo el mundo en su día, a todo el rango político de un extremo hasta otro. Ese fue su gran mérito. Pero hoy en día no podría ser. Es algo que me preocupa bastante y, hablando de tragicomedias, me parece trágico.

Hay una especie de autocensura por miedo a la censura que puede llegar después

Gorka Otxoa

- ¿Cuál ha sido la relación de ‘Machos alfa’ con el humor y con los parámetros sociales para que el resultado haya sido tan exitoso?

- Tiene tantos aciertos que es difícil enumerarlos. Ha sacado a la palestra el cambio que afortunadamente estamos viviendo y todo lo que genera. Poco a poco, aunque haya llegado tarde. Hablar de un tema tan delicado con guiones y diálogos tan brillantes y a través de una comedia súper fina, de situación y no de chiste, y de personajes reales... Muchos hombres dicen ‘eh, me identifico con este’ o ‘macho, es que tengo de todos’.

Conseguir eso a través de la comedia, que temas serios con su parte dramática, con decenas y decenas de mujeres asesinadas anualmente, más las miles y miles maltratadas diariamente... Los temas serios a través de la comedia entran mucho mejor. No con un panfleto que aleje a la gente. Ahora mismo estoy en Brasil y aquí es una locura. Seguramente en este tema, igual que nosotros vamos atrasados en otras cosas, muchos países latinoamericanos vayan un paso por detrás. Y están disfrutando Machos alfa. Argentinos, brasileños, chilenos, peruanos... Tiene un mérito terrible. Y en eso los Caballero [Alberto y Laura, creadores de la serie] han acertado en temática, guion, diálogos, duración, tono... Tiene muchísimos aciertos.

- ¿Cuál es la enseñanza más valiosa que hayas aprendido de alguno de los personajes que has interpretado?

- Pues seguramente sea de Santi, de Machos Alfa. Ver, darme cuenta de cosas. Aunque ya tenía un poco de Santi, ya venía un poco ‘santizado’, pero fijarme en más cosas, terminologías nuevas que no conocía, corrientes...

- ¿Cuál es tu libro favorito? ¿Por qué?

- La mujer habitada, de Gioconda Belli. Es un libro que leí hace muchos años, pero que me atrapó desde el principio y me dejó una huellita porque habla de temas profundos, interesantes y muy bien mezclados.

- ¿Qué te gustaría decirme si hablamos dentro de 20 años?

- Primero que tenga salud, que suena muy tópico (ríe). Es algo que valoro mucho. Y segundo, que siga trabajando en esto que me apasiona tanto y poder currar de ello. Es una profesión muy complicada y ojalá pueda seguir disfrutándola tanto como ahora. Lo firmaba. Me lo tatuaba si hace falta.

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