La dieta de Jesús Vázquez para lucir joven y con músculo a sus 59 años: “Nunca pruebo los fritos, grasas cero”
El presentador de televisión lleva a cabo un estricto régimen alimenticio desde hace más de 30 años que le permite disfrutar y darse algún homenaje.
Aunque desde los albores de la Edad Antigua comenzaran a gotear referencias a una fuente de la eterna juventud, desde Heródoto en el siglo V a.C hasta la biografía legendaria de Alejandro Magno dos centurias después, lo cierto es que no adquirió una verdadera dimensión, uniéndose arqueología y fantasía, hasta que Juan Ponce de León, allá por el siglo XVI, y según la leyenda, pisó la Florida en busca de dicho manantial sagrado. En la actualidad, y aunque carezca de matices fabulosos, la —casi— eterna juventud de halla en dietas como la que hacen que Jesús Vázquez luzca de semejante forma a las puertas de cumplir 60 años.
Será el próximo 9 de septiembre cuando el televisivo celebre seis décadas sobre la faz de la Tierra. Y la realidad es que no lo parece. El presentador gallego jamás ha ocultado los motivos que conducen y permiten lograr con éxito su casi fáustico método: disciplina, constancia y disfrute. Todo, desde hace más de 30 años.
‘Mente sana in corpore sano’
Según ha explicado en más de una ocasión, la alimentación es un pilar fundamental en su rutina. “Mi alimentación consiste en comer muchas ensaladas, alimentos con fibra y cocinar a la plancha”, confesó hace algún tiempo a Vitónica, añadiendo que, eso sí, también tiene algunos productos restringidos: “Nunca pruebo los fritos, grasas cero, nada de dulces o salsas”.
Esto viene a complementarse con un cuidado mental sin el que lo demás amenazaría con derrumbarse. “También es muy sano para la cabeza que por lo menos una vez por semana te pegues un buen homenaje. Un capricho de lo que te apetezca: de comer, de beber, de salir y, sobre todo, de disfrutar”, explicó entonces, resumiendo este apartado como “saltarte las reglas un poco, en definitiva”.
Su ‘kryptonita’
En esos instantes de “homenaje”, dijo en una ocasión a Men’s Health, entonces, aparece siempre su única excepción. “Yo, por ejemplo, soy un loco de la ensaladilla rusa“, confiesa, otorgando poderes de kryptonita al tradicional plato español: “Si voy a un restaurante y me dicen que la ensaladilla es buenísima, me la zampo con su pan incluido sin ningún problema, y me da igual el día que sea”.
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Este plan alimenticio encuentra apoyo en su también estricta rutina de ejercicio: realiza entrenamientos de fuerza para los músculos, centrándose especialmente en pectorales, espalda, trapecios, abdominales y, además, en la zona de las piernas. Quizá en el gimnasio y en la nevera se hallen algunas de las vías hacia esa fuente de la eterna juventud. O quizá siga en la Florida.
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