Gonzalo Miró habla sobre los tratamientos contra la alopecia y sentencia: “No cambiaría mi calvicie por nada del mundo”

Desde que Gonzalo Miró se dejase ver en Las mañanas de Cuatro, formato entonces presentado por Concha García Campoy, su presencia en la pequeña pantalla no ha hecho más que multiplicarse. El televisivo se ha revelado como uno de los más populares colaboradores de los espacios de tertulia españoles, ejerciendo como tal en la actualidad tanto en La Roca como en Espejo Público, y protagonizando casi en cada emisión algún instante polémico por su conocida transparencia.

Ocurrió así a principios de este mes. Se presentaba una mañana más en el matinal de Antena 3 cuando, hábil, supo detectar en pleno directo que su opinión iba a ser demandada en breves. Lo cierto es que no hacía falta ser futurólogo para anticiparse al hecho en cuestión: dos imágenes del hijo de Pilar Miró, una actual y la otra de hace varios años, cuando todavía tenía pelo, monopolizaron las grandes pantallas del plató. “Ya me imagino que me vais a enredar para algo”, vio venir Gonzalo.

“Podía haber estirado un poco más el chicle”

El caso es que se iba a dar paso a una información sobre los efectos adversos que había sufrido un hombre tras utilizar un fármaco que tenía por objetivo combatir la pérdida de cabello. No había mucho misterio. La idea era mostrar a golpe de contraste cómo el colaborador había perdido todo su pelo; cuando le preguntaron acerca de con qué versión de los dos se quedaría, Miró, que optaba por su versión más joven por motivos que poco tienen que ver con el cuero cabelludo, fue meridiano: “Me suelo gustar mucho más a la izquierda, pero en este caso, más sin pelo que con pelo”.

Aunque en clave cercana, lamentó, eso sí, que no hubieran puesto otra imagen. “Habéis puesto una foto poco adecuada porque yo he tenido el pelo más largo que Ángel Antonio [Herrera]. Puestos a comprar, habría alguna con el pelo más largo”, expresó, aclarando que, aún así, a diferencia del caso que iban a tratar, no echaba de menos su pelo y jamás había tomado ningún medicamento para recuperarlo: “Cero. No cambiaría mi calvicie por nada del mundo. Nunca he tomado. Nunca he querido afrontar las consecuencias de los efectos secundarios que producen esos medicamentos. Me he negado”, decía tajante.

Ante tal rotundidad, Marta Robles, escritora y periodista, dejaba caer a Miró que esos fármacos “no valen para todo el mundo”, puesto que “con una calvicie muy grande no lo recomiendan” y que su caso “era difícil”. Pilló la indirecta el tertuliano, que amagó con molestarse y, finalmente, terminó por diferenciar el pelo que tenía entonces de su ausencia actual: “En mi caso ahora, porque hubo un momento donde a lo mejor tomando estos medicamentos podía haber estirado un poquito más el chicle”.

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