¿Cuánto cuesta una rinoplastia y cuál es el precio de la operación?
El precio de una rinoplastia en España puede variar, en función del cirujano y el centro médico donde se realice, entre los 3.500 y los 10.000 euros, aproximadamente.
La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) estima en unas 10.000 las operaciones de cirugía plástica nasal que se realizan en España cada año. La rinoplastia, como habitualmente se conoce a esta intervención quirúrgica, pretende mejorar el aspecto exterior de la nariz buscando una consonancia con el resto de la cara, aunque también puede ser necesaria por algún defecto en la conformación de los tabiques nasales que dificulte la respiración.
En España hay cientos de clínicas y cirujanos autorizados para hacer esta operación mediante la medicina privada. Los precios, aunque siempre variables en función del centro médico y del profesional que se encargue de la intervención, tienden a oscilar entre los 3.500 euros y los 10.000 euros.
Según el portal Multiestética, teniendo en cuenta la opinión de 44 doctores de distintas ciudades del país, el precio medio asciende a los 4.800 euros. Sin embargo, el coste de la intervención puede oscilar en función de la ciudad donde se realice la rinoplastia. Por ejemplo, la media en Barcelona es de 4.150 euros, mientras que en Palma de Mallorca asciende a 5.000 euros. Huelva sería la más barata, con 3.250 euros de media.
Unas cifras algo bajas en comparación con las que presentan otros centros estéticos, donde el precio se acercaría algo más a los 6.000 euros para cubrir los honorarios del médico, la anestesia, la hospitalización, las pruebas y el preparatorio. Aunque, evidentemente, el coste dependerá del servicio concreto que se desee, pues no es lo mismo una rinoplastia completa que una secundaria.
Cobertura de la Seguridad Social
A pesar de que el precio de la intervención podría parecer algo elevado siempre hay que tener en cuenta que hay casos en los que la Seguridad Social cubriría el paso por el quirófano. No obstante, no es algo que ocurra en la mayoría de las veces.
La Seguridad Social se hará cargo únicamente cuando la dolencia suponga un riesgo para la salud del paciente, especialmente manifestada en dificultades para respirar o, incluso, pueda afectar a la salud mental del paciente. Y, aún así, habría que pasar una serie de controles antes de que se inicie el proceso.