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Courtois abre su corazón: de cómo conoció a Mishel Gerzig a su relación con Florentino

El portero del Real Madrid y su prometida han dado una entrevista en exclusiva a ‘Vanity Fair’ donde cuentan detalles de su día a día más personal e íntimo.

Thibaut Courtois y Mishel Gerzig.

Thibaut Courtois, uno de los héroes del Real Madrid y de los jugadores más queridos por la afición, se encuentra en un momento de lo más dulce. Y así lo ha transmitido a lo largo de la entrevista que ha dado junto con su prometida, Mishel Gerzig, a la revista Vanity Fair.

En ella, el portero del equipo blanco abre su corazón como nunca y repasa desde el momento en el que conoció a su actual pareja hasta su relación con el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez.

A Mishel Gerzig la conoció por Instagram, después de que ella subiese una foto de su perro y él comentase. Tuvieron que pasar unos meses para poder verse en persona, por aquello de la pandemia, pero cuando por fin llegó ese momento saltaron chispas entre ambos. “En cuanto nos vimos en persona sentimos mariposas en el estómago, o como quieras llamarlo”, dice él. “Conectamos enseguida, era como si ya nos conociésemos”, añade ella.

Ahora, después de su primera cita, el belga planea su boda. “Ya tenemos la fecha, un lugar mágico. Será una ceremonia privada, romántica y divertida, con una gran fiesta en la que no faltará la música. Nos encanta bailar reguetón”.

La pena que tienen es que la altura y fama de él hacen que sea fácil de reconocen y no tengan muchos momentos de privacidad. “Nos cuesta ir de incógnito, sí. ¿Pasear por la Gran Vía? Complicado, aunque llevemos gorra y gafas de sol. Pero nos gusta ser espontáneos. Vamos con el flow, dice el portero.

Su pedida

En Positano fue donde el portero le declaró su amor eterno a su ahora prometida. “Fue muy romántico, y eso que improvisé”, dice. “¡No habías preparado nada! Tuviste suerte de que salió bien”, bromea ella. “Yo ya tenía previsto darle el anillo en enero, pero preferí esperar al momento oportuno. A Mishel le encanta el mar, así que planeé todo para el verano”. Además, repartió móviles entre la tripulación para que recordasen aquel instante para siempre.

El inconveniente: la prensa también lo vio. “[Un paparazi] nos siguió, supongo que se lo esperaba. Y nos pilló”, lamenta él. “No nos gustó, pero, por lo general, valoramos el cariño y el interés que despertamos. Nos gusta ser ídolos para la gente. Como dice Tibo, si te respetan, todo está bien”, añade ella.

Su vocación como portero

A otro madridista es a quien debe su profesión, y es que el belga confiesa que su destino fue ser portero tras ver a Iker Casillas. “Con 4 años empecé a jugar al fútbol. Con 8, ya militaba en un buen equipo. Era defensa. A los 14 pegué el estirón y me pusieron bajo los palos. A los 16 llegó mi primer encuentro profesional. Lo hice bien, a los dos días ganamos la liga”.

Aunque no es el único deporte en el que destacaba. “Tanto mis padres como mis hermanos jugaban al más alto nivel. Los fines de semana igual nos tocaba ir a la otra punta de Bélgica a un torneo”. Estuvo a punto de cambiar de deporte: “Menos mal que no lo hice, porque entonces no habría venido a Madrid… Ni conocido a Mishel”.

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Su llegada a España

Para el portero, una de sus mejores decisiones fue aterrizar en España, en el Atlético. “Mucha gente me aconsejó que me quedase en Bélgica pero yo sabía que, si quería crecer profesional y personalmente, había llegado el momento de marcharme”.

Ahora, en el Real Madrid, también es muy feliz. Y solo tiene buenas palabras para el presidente, Florentino Pérez. “Bien. Es el jefe. Quiere que ganemos. Me gusta su estilo, es muy cercano. No se pierde un partido, algo que no había visto antes en ningún directivo. Te exige un montón, pero es un gran presidente. Lo ha conseguido todo. Tampoco es que nos enviemos wasaps (risas), pero hablamos antes y después de los partidos. En el palco, siempre se acerca a charlar con Mishel, con las familias del resto de jugadores”.

“Sí, siempre me saluda, es muy agradable. Te hace sentir cómoda. Lo hemos invitado a nuestra boda, claro, y esperamos que pueda venir”, agrega ella.

Sobre Ancelotti

El portero está también muy agradecido por el ambiente del vestuario, especialmente por la compresión del entrenador. “En eso [Carlo] Ancelotti es muy comprensivo. De diciembre a junio no paramos, jugamos cada tres días. No todo es estrés, resultados. En el Real Madrid hay que ganar siempre, por eso es importante desconectar”.

“Antes de conocer a Tibo ya era aficionada, me viene de familia. El fútbol en general, y el Real Madrid en particular, son muy populares en Israel”, dice la modelo.

Mishel y sus inicios

“Me crie en la playa, descalza. Mi infancia fue muy feliz. Eso sí, en cuanto pude empecé a contribuir en la economía familiar. Mis padres tenían dos empleos para sacarnos adelante a mi hermana y a mí”, explica.

Gerzig confiesa que dejó su carrera para hacer el servicio militar. “En Israel la mili no es una opción. No me costó hacerla porque amo mi país”. Llegó a tener quince marineros a sus órdenes. “Fue una experiencia intensa, pero especial, por resumirlo de alguna manera”, dice. Después volvió a las pasarelas.

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Sobre su relación con el dinero

“Esa es una de las lecciones que aprendí durante mi primer año en Madrid. Venía de un pueblo pequeño, y sí que se me acercó gente por mi dinero. Los futbolistas corremos el riesgo de confiar en alguien, invertir en un negocio y que desaparezcan con tu dinero. Por suerte, mi padre, que es director financiero, supervisa todas mis inversiones. Y con los años he aprendido a saber esperar y a no dejarme llevar por el primer impulso”, explica también el portero en la entrevista.

“Te fías de quien ya estaba ahí antes de hacerte famoso. Y aprendes a valorar quién te apoya en los momentos difíciles. Nosotros tenemos un buen círculo. Disfrutamos con ellos en familia. Sabemos en quién podemos confiar. Y vamos felices”, agrega.