Las tiendas míticas que cerraron y habías olvidado: Simago, Continente, Pryca, Galerías Preciados…

Simago, Continente, Pryca, Galerías Preciados… A muchos, sobre todo a los más jóvenes, no les sonará el nombre, pero durante años, mucho antes de la irrupción del comercio electrónico, eran los comercios de referencia para la mayoría de los consumidores. Algunos desaparecieron sin más y otros formaron parte de algún proceso de fusión, aunque todos ellos permanecen en la memoria colectiva de varias generaciones.

En su momento fueron víctimas de la evolución de los hábitos de consumo y de incipientes formas de adquisición de productos. En algunos casos, ni siquiera su aparente solidez e implantación garantizaron su modelo de negocio y fueron desapareciendo paulatinamente del decorado de todas las ciudades y grandes localidades del panorama nacional.

SEPU

Fue la primera cadena de grandes almacenes de España. Fundada en 1934 por los empresarios suizos de origen judío Henry Reisembach y Edouard Worms, llegó a contar con tiendas en Madrid, Barcelona y Zaragoza hasta su cierre definitivo en octubre de 2002 tras varios episodios de suspensión de pagos y descenso de las ventas.

Galerías Preciados

Durante décadas fue uno de los comercios más icónicos en España y un referente en el modelo de negocio de los grandes almacenes. Fundado en 1943 por Pepín Fernández, el grupo desaparecido el 24 de noviembre de 1995 tras declararse en suspensión de pagos y ser adquirido por su principal competidor: El Corte Inglés.

Pryca / Continente

El modelo de hipermercados que hoy tenemos tan asumido no puede entenderse sin mencionar a Pryca y Continente, que protagonizaron una lucha encarnizada por la hegemonía en España. Y, aunque Pryca siempre le ganó la partida a su rival, acabaron fusionándose dando paso a lo que hoy conocemos como Carrefour. Eso sí, Continente sigue existiendo como tal en Portugal.

Simago

El caso de Simago es curioso porque mantiene relación con el anterior. La sociedad Simago se constituyó el 15 de febrero de 1960 y durante décadas fue el máximo exponente de comercio low cost especializado en una amplia variedad de productos. En 1997 fue adquirida por Continente y sus establecimientos pasaron a operar bajo la marca Champion, que acabaría convirtiéndose en Carrefour Market o Carrefour Express.

Almacenes Arias

Almacenes Arias fue una compañía fundada en 1949 por Esteban Arias Cobos enmarcada en la categoría de grande almacenes y especializada, en este caso, en la venta de artículos textiles de mediana calidad. Llegó a contar con 23 centros. La empresa cesó su actividad en noviembre de 1997, y protagonizó un suceso de infausto recuerdo ya que una década antes de su cierre, un incendio de los dos edificios de Almacenes Arias, situados en la céntrica calle madrileña de la Montera, se cobró la vida de diez bomberos.

Discoplay / Tipo

Ambos suponen un claro ejemplo de cómo la evolución de los hábitos de consumo, ilícitos en algunos casos, y las nuevas tecnologías se llevaron por delante un modelo de negocio basado en la venta de música en soporte físico. Discoplay abrió su primera tienda en los sótanos de la Gran Vía de Madrid en 1970, pero su fama fue fruto de su catálogo de productos de venta a distancia (Boletín Informativo Discoplay/BID). Tipo fue la evolución lógica de Discoplay cuando esta comenzó a perder fuelle: se nutrió de la idea original, pero la apoyó con una cadena de tiendas por todo el territorio nacional. Lamentablemente, las descargas de internet, la venta ilegal de copias y la era digital, le dieron la puntilla.

Crisol / El Círculo de Lectores

Crisol, la cadena de tiendas de libros, empezó a funcionar como marca en el año 1987 y llegó a contar con 17 en total, pero en 2009 echó el cierre a sus tres últimos locales en Madrid. según datos disponibles quedaban tres tiendas en Madrid. Más reciente y probablemente más llamativo fue la decisión del Grupo Planeta de cerrar El Círculo de Lectores tras casi seis décadas de actividad. No era un modelo de venta a través de tienda física al uso, sino más bien a través de catálogo y ‘puerta a puerta’ gracias a una abnegada red de trabajadores que se convirtieron casi en parte de la familia.