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El drama de Ryan Reynolds: adicto al trabajo para lidiar con sus problemas de salud mental

El actor canadiense lleva lidiando desde que tiene uso de razón con diversos problemas de salud mental y siempre que puede comparte su opinión al respecto.

Ryan Reynolds.

Ryan Reynolds es un hombre muy ocupado. Hasta un punto insano. El actor canadiense, casado con la también actriz Blake Lively, esta a sus 45 años en su mejor momento, pero no lo ha tenido nada fácil a lo largo de su vida ya que desde que tiene uso de razón ha tenido que compartir trayecto con una molesta compañera a lo largo de los años: la ansiedad.

"Tengo ansiedad, siempre he tenido ansiedad. Y he estado en las profundidades del extremo más oscuro del problema, que no es divertido", aseguraba Reynolds en una entrevista concedida a 'The New York Times' en la que reconocía que tuvo verdaderos problemas una vez superada la adolescencia. Aunque para entender el origen hay que remontarse a su infancia.

“Soy el menor de cuatro hermanos y mi padre, policía reconvertido a mayorista de alimentos, era el foco de estrés en mi casa. Para evitar gritos o tensiones, trataba de evitar cualquier situación que pudiera incitar a mi padre: mantenía la casa inmaculadamente limpia o cortaba el césped a menudo por lo que me convertí en una especie de gerente. Cuando estresas a niños, les haces asumir cosas que no les corresponde", se lamentaba el actor.

Una situación que le ha provocado multitud de inseguridades y miedos. “Cuando tenía poco más de 20 años estaba continuamente de fiesta tratando de evadirme de alguna manera. Me despertaba en medio de la noche paralizado por la ansiedad y temeroso por lo que me depararía el futuro. Traté de combatirlo con automedicación y después de que algunos amigos murieran de sobredosis, decidí tranquilizarme”, compartía.

Sin embargo, nunca ha logrado despojarse del todo de esa molesta compañera que es la ansiedad por lo que trata de refugiarse en el trabajo para combatirla. "Tiendo a superar la ansiedad con trabajo. Tiendo a morder mucho más de lo que puedo y debo masticar", asegura en una reciente entrevista con 'The Wall Street Journal'.

Ryan Reynolds y Rob McElhenney son propietarios del Wrexham.
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Ryan Reynolds y Rob McElhenney son propietarios del Wrexham.CRAIG BROUGHReuters

Y es que el actor lleva un ritmo de vida frenético. Y no solo por sus proyectos en la industria cinematográfica, de los que por cierto quiere tomarse un respiro, sino más bien porque también maneja una serie de negocios que le mantienen muy ocupado. Su marca de ginebra (Aviator Gin), su compañía de telefonía Mint Mobile, su empresa de comunicación y marketing Maximum Effort e incluso el Wrexham AFC, modesto club galés de fútbol del que es propietario, no le permiten tomarse un respiro.

"Creo que es algo muy canadiense: 'Bueno, dije que iba a hacerlo, así que tengo que hacerlo'". A veces incluso a costa de mi propio bienestar", concluye Reynolds sobre su ritmo de vida, que piensa demasiado, trabaja demasiado y se preocupa demasiado. Pero no lo puede evitar.