Ana Rosa Quintana recuerda su cáncer de mama para crear conciencia en la sociedad

El 19 de octubre se celebra en todo el mundo el Día contra el Cáncer de Mama y son muchos los mensajes que inundan las redes sociales y las imágenes teñidas de rosa que tratan de concienciar a la población sobre un problema que desgraciadamente está muy presente en buena parte del planeta. Y una de las voces más autorizadas para hablar sobre el tema es la de Ana Rosa Quintana, que ha aprovechado su programa en Telecinco para contar su experiencia y aconsejar a muchas telespectadoras que se cuiden y vigilen sus pechos para detectar cuanto antes cualquier tipo de anomalía.

"Es muy importante detectarlo a tiempo", ha señalado en 'El programa de Ana Rosa' mientras mostraba la pulsera rosa conmemorativa de un día tan señalado. "No es lo mismo superarlo cuando está en fase inicial, como me pasó a mí, que cuando ya está mucho más avanzado", explicó. Y es que precisamente el tiempo es un factor clave a la hora de superar o no la enfermedad.

La comunicadora anunció su noticia más difícil hace exactamente tres años, cuando sorprendió incluso a sus propios compañeros al revelar que años atrás había recibido el diagnóstico de cáncer de mama. "Os voy a contar una cosa que, por distintos motivos, no he revelado nunca... Pero creo que es importante que hoy lo explique. Hace ocho años tuve un tumor de grado uno. En julio de 2010 me lo diagnosticaron, yo empezaba mis vacaciones y me operaron el 2 de agosto. No necesité quimioterapia", comenzó explicando.

"Venía aquí todos los días, hacía el programa, me sentaba al lado de Joaquín (Prat) y luego me iba a radioterapia. No cogí ni un día de baja (...). Si no lo conté entonces es porque tenía dos niños de seis años y no quería que se asustaran. Y mi madre vivía, era muy mayor y me prometí que no lo diría hasta que ella no estuviera", continuó.

La presentadora, que actualmente tiene 65 años, reconoció seguir haciéndose revisiones y confesó haber recibido la noticia como un duro golpe. "En su momento fue un disgusto. Lo pasamos muy mal mi marido y yo. Estaba bastante preocupada y decía: 'Ay, Dios mío. ¿Qué va a pasar?'", detalló.