El sorprendente papel que Adrien Brody no aceptó y le persigue: "Me sentí estúpido"

Hay papeles que marcan una carrera. E incluso una vida. Hay personajes que si se le presentan a un actor en el lugar y el momento adecuado son un verdadero regalo. Como le sucedió a Adrien Brody cuando Roman Polanski le reclutó para interpretar al polaco Wladyslaw Szpilman en El Pianista (2002), una conmovedora cinta sobre la ocupación nazi de Varsovia y la lucha por la supervivencia en medio del caos que le valió el Oscar.

"Me gustaría poder hacer algo mejor que El pianista, pero no sé si va a suceder, por lo que lo considero una bendición, no una maldición. Me dieron una oportunidad que pocos han tenido en su vida”, aseguraba a El País, hace poco más de dos años.

Sin embargo, también hay otros papeles que con el paso del tiempo son percibidos como una oportunidad perdida de formar parte de la historia del cine. Y esa es la sensación que le ha quedado al actor neoyorquino tras rechazar formar parte del elenco de El señor de los anillos, la laureada trilogía de Peter Jackson.

"No lo entendí como una oportunidad. No sé para qué papel habría sido adecuado, pero era un personaje parecido a un hobbit. Estaba buscando algo más", asegura Brody en declaraciones a GQ.

“Recuerdo haber ido a ver El señor de los anillos al cine con una exnovia. Y ella se volvió hacia mí y me dijo: '¿Rechazaste El señor de los anillos?'”, relata el actor. “Recuerdo sentirme tan estúpido. Pero no creo que hubiera conseguido el papel de Jack en King Kong, también de Peter Jackson. No creo que esa posibilidad se me hubiera presentado”, zanja el actor, que asegura que fue una experiencia “maravillosa”.